QUITO, 10 Ago. (EP/AP) -
Las mujeres de América Latina sienten aún exclusión en la política, a pesar de los notables avances que se han registrado en los últimos años, según concluyó la X Conferencia Regional de las Mujeres que se celebró esta semana en la capital de Ecuador.
De acuerdo a la Declaración de Quito, que se firmó ayer en la clausura de la Conferencia, las cuotas de participación política de mujeres en 11 países de la región contribuyeron "para aumentar su representación".
"Los resultados sin embargo, han sido disímiles sobre todo por las profundas diferencias ... en el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres y por contar con sistemas electorales inadecuados y excluyentes", añadió.
"Exigimos a los partidos políticos, a las instancias públicas electorales y a los gobiernos se comprometan a asegurar la transparencia y la paridad en las listas de candidaturas, designación de cargos directivos a todos los niveles y ubicación en base a capacidades y experiencias", indicó el documento final del evento.
Según indicó a AP la directora del Fondo de Población de las Naciones Unidas para América Latina, Marcela Suazo, entre el 17 por ciento y el 20 por ciento de las mujeres tiene cargos políticos en la región. A pesar de los avances en relación a hace 50 años hay una "mayor participación de las mujeres en espacios de toma de decisiones pero todavía hay barreras que limitan una participación más activa y más amplia".
Las principales barreras que destacó son entre otras el sistema de división tradicional del trabajo, que deriva a la mujer al ámbito privado, la discriminación y la brecha que existe entre el trabajo productivo y reproductivo.
Suazo, que participó en la conferencia auspiciada por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), detalló que entre 1990 y el 2004, 33 millones de mujeres se han incorporado al mercado laboral en la región y constituyen el 40 por ciento de la población económicamente activa en las zonas urbanas.
Suazo, explicó que las mujeres se incorporan a puestos remunerados en muchos casos en condiciones de precariedad y reciben entre 20 por ciento y 30 por ciento menos remuneración que los hombres.
"Tenemos magníficas mujeres en todos los niveles de gobierno, la presidenta (chilena Michelle) Bachelet es un buen ejemplo de ello pero tenemos que romper la regla de la excepcionalidad, tenemos que ser más, porque sólo siendo más podremos liderar el cambio", dijo el lunes la vicepresidenta española María Teresa Fernández de la Vega, que participó en la conferencia, al igual que la gobernante chilena, que se encargó de la inauguración.