Actualizado 17/12/2013 20:44

EEUU.- AI denuncia las presiones a las que fue sometido 'The Guardian' para que destruyese información del caso Snowden


LONDRES, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este martes la presión a la que fue sometido el diario inglés 'The Guardian' --según ha afirmado su editor, Alan Rusbridger, el Gobierno británico le exigió destruir o entregar el material relacionado con el caso Snowden-- y ha asegurado que estas coacciones representan una amenaza a la libertad de expresión.

El director adjunto de Derecho y Política de AI ha asegurado que la insistencia al diario para que destruyese la información recibida por el excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense Edward Snowden supone un "giro siniestro de los acontecimientos".

"Éste es un ejemplo de un gobierno intentando debilitar las libertades de prensa", ha asegurado Hondora, que considera que con esa decisión el Gobierno británico también ha debilitado "gravemente" el derecho del público a conocer "lo que hacen los gobiernos con su información privada y personal", en relación a los programas de vigilancia.

"Si se confirma, estas acciones exponen la hipocresía del Reino Unido, que defiende la libertad de expresión en el extranjero", ha afirmado el subdirector a través de un comunicado en el que también ha solicitado explicaciones al Gobierno británico.

Hondora también ha asegurado que el empleo de "tácticas intimidatorias" para intentar silenciar a los medios de comunicación y los informes que revelan información relacionada con los programas de vigilancia masiva supone estar "claramente en contra del interés público".

SE LLEGARON A DESTRUIR DISCOS DUROS

El diario británico 'The Guardian' ha revelado en su editorial que altos cargos del Gobierno de David Cameron le exigieron hace un par de meses que destruyera o entregara los documentos filtrados por Snowden y que incluso llegaron a destruir varios discos duros.

"Hace unos dos meses, altos cargos del Gobierno contactaron conmigo, asegurando que representaban el punto de vista del primer ministro. Después vinieron dos reuniones en las que me exigieron que entregara o destruyera todo el material sobre el que estábamos trabajando", ha escrito Rusbridger.

El periodista británico ha añadido que, aunque el tono de estas reuniones fue "cordial", "hubo una amenaza implícita de que otros dentro del Gobierno y del Parlamento estarían a favor de un enfoque más draconiano" en este asunto.

Un mes después, recibió una llamada "del centro del Gobierno". "Ya habéis tenido vuestra diversión, ahora queremos todo de vuelta", dijeron los interlocutores, en alusión al material filtrado por el ex espía estadounidense.

A ello siguieron varias reuniones con "misteriosos miembros del Parlamento". "La demanda era la misma: 'Entregad el material de Snowden o destruidlo'. Entonces les expliqué que, si lo hacíamos, no podríamos seguir investigando e informando. Parecían desconcertados. 'Ya habéis tenido vuestro debate, no hay necesidad de escribir nada más'", ha relatado.