Actualizado 17/12/2013 20:49

EEUU.- El autor de la masacre de Fort Hood renuncia a su turno de palabra en la fase de sentencia


FORT HOOD (TEXAS, EEUU), 27 Ago. (Reuters/EP) -

El militar estadounidense Nidal Hasan, que la semana pasada fue declarado culpable de matar a 13 compañeros en la base de Fort Hood (Texas), ha renunciado a su turno de palabra en la fase de vistas previa a la sentencia, prosiguiendo así con la postura de nula defensa que ha mantenido durante todo el proceso.

El jurado, compuesto por 13 militares, volverá de nuevo al tribunal ya el miércoles, cuando previsiblemente comenzará a deliberar sobre la pena que propone para Hasán, que podría ser condenado a cadena perpetua por 13 asesinatos y 32 intentos de asesinato --uno por cada herido--.

El juicio ha transcurrido sin que el acusado apenas se defendiese, ya que no citó ningún testigo a su favor y renunció a su último turno de palabra previo al veredicto. Los abogados que asesoran al psiquiatra militar, que asumió su propia defensa, llegaron a pedir a la juez que les apartase del caso alegando que no querían colaborar con una persona que aparentemente desea ser ejecutado. La juez Tara Osborn, sin embargo, denegó esta solicitud.

Hasán, de 42 años, nunca ha negado su responsabilidad en la matanza, pero ha asegurado que lo hizo para proteger a los musulmanes y a los talibán de Afganistán, dentro de lo que algunos testigos han citado como un deber con la 'yihad'. El centro de Fort Hood servía como base de entrenamiento para militares que posteriormente iban a ser desplegados en Irak y Afganistán.

Durante el proceso, los testigos citados por la fiscalía han descrito lo ocurrido el 5 de noviembre de 2009 en Fort Hood. Varios de ellos han contado cómo Hasán, de pie sobre una silla, gritaba "Alá es grande" mientras realizaba más de 140 disparos.

El acusado aseguró que sus actos no fueron "repentinos", ya que se produjeron "provocaciones adecuadas" debido a que los soldados iban a participar en la "guerra ilegal" de Afganistán.

El fiscal Steve Hendricks indicó en su alegato final que Hasán pensó con anticipación el crimen y que decidió emprender su acción en el barracón 13 porque sabía que estaría lleno de soldados, hasta el punto que lo convirtió en su "zona privada de asesinatos".

Hasán ha comparecido ante el tribunal en una silla de ruedas, ya que resultó herido durante el tiroteo --la Policía disparó contra él para detenerle-- y se encuentra paralizado de cintura para abajo. El acusado ha pedido numerosos recesos para descansar y rezar.