Actualizado 11/12/2015 09:25

Bergdahl afirma que abandonó su base en Afganistán para llamar la atención sobre la "falta de liderazgo"


SAN ANTONIO (ESTADOS UNIDOS), 11 Dic. (Reuters/EP) -

El sargento estadounidense Bowe Bergdahl, quien fue liberado en 2014 por los talibán tras pasar cinco años secuestrado en Afganistán, ha asegurado en una grabación publicada este jueves que abandonó su puesto para llamar la atención sobre la "falta de liderazgo" en su unidad.

"Lo que vi desde mi primera unidad y durante toda mi presencia en Afganistán fue una falta de liderazgo", ha dicho, en sus primeras palabras públicas desde su liberación y en el marco de varias entrevistas concedidas a Mark Boal, guionista de películas como 'The Hurt Locker' y 'Zero Dark Thirty'.

El sargento, que ha reconocido que su acción fue "estúpida", ha explicado que abandonó su puesto en 2009 para forzar una búsqueda que habría derivado en preguntas sobre sus preocupaciones sobre la falta de liderazgo.

Bergdahl, de 29 años de edad, se encuentra a la espera de una decisión sobre si es juzgado por deserción y hace frente a una condena a cadena perpetua en caso de ser declarado culpable.

Sus declaraciones han sido publicadas el mismo día en que varios congresistas del Partido Republicano han acusado al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de organizar el intercambio de cinco reos de la prisión de Guantánamo a cambio del sargento como parte de su plan para cerrar la prisión.

El Comité de Servicios Armados de la Cámara Baja de Representantes ha publicado un informe en el que acusa a la Administración Obama de "violar claramente la ley", al no notificar al Congreso la transferencia de prisioneros desde la cárcel de alta seguridad.

El canje ha enfurecido a los republicanos en el Congreso, muchos de los cuales se oponen a los esfuerzos del presidente demócrata por cerrar la controvertida prisión. Durante la campaña electoral de 2008, Obama prometió cerrar Guantánamo, prisión en la que impera un sistema legal y penal sin garantías que recibió de su predecesor, el expresidente George W. Bush.

No obstante, el presidente no ha enviado todavía al Congreso un plan para cerrar la instalación y la firma de un proyecto de ley que incluye suministros en Defensa complicará todavía más la clausura de su base naval.