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BRASILIA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Brasil ha considerado que la intención de Estados Unidos de reformar su Agencia de Seguridad Nacional (NSA) "es un primer paso" y ha anunciado que "seguirá con gran atención sus consecuencias prácticas".
El portavoz presidencial, Thomas Traumann, ha informado este domingo de que "el Gobierno de Brasil ha analizado detenidamente el anuncio del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre los cambios en la actuación de la NSA".
"Es un primer paso. El Gobierno de Brasil seguirá con gran atención las consecuencias prácticas de este discurso", ha dicho a través del Blog de Planalto, canal de comunicación oficial.
Traumann se ha referido al discurso que el inquilino de la Casa Blanca pronunció el pasado viernes, anunciando una reforma radical de la NSA que comenzará con la suspensión del programa de recogida de metadatos telefónicos.
En concreto, Obama anunció el cese inmediato de las prácticas de espionaje sobre líderes extranjeros, pero reiteró que sus servicios de Inteligencia seguirán recabando información sobre "las intenciones de los gobiernos".
"He dejado claro que, a menos que medie una situación extraordinaria de seguridad nacional, no supervisaremos las comunicaciones de los jefes de Estado y de Gobierno de nuestros países aliados", dijo.
Además, aseguró que "Estados Unidos no va a espiar a aquella gente normal y corriente que no amenace su seguridad nacional" y que "tendrá muy en cuenta las preocupaciones que puedan albergar sobre su privacidad".
CASO SNOWDEN
El escándalo del espionaje se destapó en junio de 2013, cuando el ex analista Edward Snowden reveló que la NSA poseía un programa llamado PRISM con el que accedía a los servidores de nueve empresas de Internet, con su consentimiento, para recabar información útil para Inteligencia.
Cuando la noticia se publicó, el ex contratista de la NSA estaba en Hong Kong, pero una semana después decidió abandonar la ex colonia británica rumbo a Moscú, donde permaneció durante días en el Aeropuerto Internacional de Sheremetyevo como "pasajero en tránsito".
Snowden solicitó asilo político a 21 países, entre ellos España, pero finalmente fue Rusia quien se lo concedió el pasado 1 de agosto por una duración máxima de un año, aunque subrayando que espera que no afecte a las relaciones con Estados Unidos.
LA NSA EN AMÉRICA LATINA
Las prácticas de la NSA en América Latina se conocieron en septiembre, cuando la cadena brasileña O'Globo reveló que espió a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y a su par mexicano, Enrique Peña Nieto, cuando aún era el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a las elecciones del 1 de julio de 2012.
De acuerdo con esta información, la NSA espió llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto de Rousseff y varios de sus "asesores clave", así como de Peña Nieto y nueve miembros de su equipo de campaña electoral.
Las revelaciones han continuado desde entonces. Según los documentos filtrados por Snowden, la NSA también ha espiado a Petrobras, empresa pública brasileña que ha descubierto varias de las mayores reservas de petróleo mar adentro.
A ello, la revista brasileña 'Istoé' sumó que Estados Unidos ha puesto en marcha --con la ayuda de Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda-- el programa 'Echelon' con el que espía desde la isla de Ascensao, en el Atlántico Sur, las comunicaciones de Brasil, Argentina, Uruguay, Venezuela y Colombia.
El diario peruano 'La República', por su parte, ha revelado que la NSA espió a ocho ciudadanos peruanos por sus supuestos vínculos con grupos terroristas y narcotraficantes. El Gobierno de Ollanta Humala ha negado que estuviera al tanto de ello.
En una de las últimas publicaciones, el periódico estadounidense 'The New York Times' ha indicado que la NSA también espió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y a la Venezuela presidida por Hugo Chávez, así como a las redes de narcotráfico en la región.