Actualizado 14/01/2011 02:37

EEUU confía en que Cuba extradite a Gross después de juzgarle por espionaje


LA HABANA, 14 Ene. (Reuters/EP) -

Estados Unidos es "prudentemente optimista" ante la posibilidad de que el empresario norteamericano Alan Gross, que está detenido en Cuba acusado de espionaje, pueda ser extraditado al país tras la celebración de un juicio en el que se declararía culpable, según informaron fuentes de la delegación estadounidense que participa en las conversaciones sobre migración con la isla.

Al parecer las autoridades cubanas tienen previsto acusar formalmente a Gross de espionaje, quien desde diciembre de 2009 está detenido en la isla por vender equipos de comunicaciones por satélite --algo prohibido en el país caribeño--, aunque todavía no han presentado cargos en su contra. Ello permitiría la celebración de un juicio, tras el cual el empresario podría ser repatriado.

"Ellos dijeron que esperan que sea acusado y procesado", dijo una funcionaria estadounidense, al tiempo que otro de sus compañeros apuntó que "Gross se declararía culpable y sería enviado a casa". Así, la mujer indicó que, de acuerdo a las conversaciones que la delegación mantuvo con los representantes cubanos, es "prudentemente optimista" ante la posibilidad de que regrese a Estados Unidos.

El tema de Gross fue planteado de nuevo en la cuarta ronda de negociaciones sobre migración que ambos países mantuvieron ayer en La Habana y que se reanudaron en 2009 con la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca. El portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley, reveló que una vez más los representantes estadounidenses exigieron la liberación del empresario.

Así, plantearon a sus pares cubanos que, más allá de los delitos que haya podido cometer, sería conveniente que Gross fuera repatriado ya que padece importantes problemas de salud, cuyo tratamiento sigue en Estados Unidos, y hace unos meses a una de sus hijas le fue diagnosticado un cáncer.

De este modo, la vertiente humanitaria de la disputa podría forzar a La Habana a acelerar el proceso contra Gross y propiciar su salida de la isla, aunque sea juzgado y condenado. Así se lo trasladó la subsecretaria adjunta del Departamento de Estado, Roberta Jacobson, quien pudo reunirse con el empresario el jueves por la mañana (tarde en España).

A pesar de estos indicios, la funcionaria insistió en que lo expresado por la delegación cubana deberá ser ratificado en la práctica por el Gobierno de Raúl Castro. "Las palabras son bonitas e importantes, pero al final lo que tenemos que ver son acciones. Ya hemos escuchado ruidos alentadores en el pasado y todavía estamos en el mismo lugar", alertó.