NUEVA YORK, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El director adjunto de Comunicación de la Casa Blanca, Adam Kennedy, ha dejado su cargo para trabajar en el sector privado después de casi cuatro años como máximo responsable de la estrategia mediática de la Casa Blanca en crisis como el juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, o la polémica nominación del juez del Tribunal Supremo Brett Kavanaugh.
"Adam ha sido un componente clave desde el principio de la Administración Trump", ha manifestado el jefe de Gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, "en especial al coordinar la respuesta al 'impeachment'".
Kennedy era uno de los últimos integrantes de la administración original de Trump, donde llegó tras desempeñar el cargo de director de investigación política del Comité Nacional Republicano. A su llegada a la Casa Blanca, se encargó de coordinar los preparativos de las comparecencias ante los medios de los principales responsables del Gobierno norteamericano.
Asimismo, Kennedy también era el responsable de concretar las asistencias a televisión de individuos ajenos a la Casa Blanca encargados de difundir la política de Trump, como se ha visto recientemente con la aparición televisada de "expertos presidenciales" en la lucha contra la epidemia de coronavirus.
Su dimisión llega en un momento en que el presidente de Estados Unidos ha decidido el regreso de su antiguo "núcleo duro" de partidarios, más alejados de la disciplina del Partido Republicano, con el que siempre ha manifestado encontronazos de mayor o menos calado, para afrontar sin intromisiones la carrera electoral de noviembre
Prueba de ello es que Kennedy no será reemplazado por ningún elemento del partido Republicano sino por Julia Hahn, ex empleada del portal de noticias ultraconservador Breitbart, y hasta ahora directora de operaciones de apoyo de la Casa Blanca.