MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El estado de Míchigan ha emitido una directiva mediante la que ha prohibido portar armas de fuego de forma visible en colegios electorales o instalaciones donde se cuenten votos durante el día de las elecciones en Estados Unidos, previstas para el 3 de noviembre.
En la orden, la secretaria de Estado de Míchigan, Jocelyn Benson, ha agregado que tampoco podrán exhibirse armas en pasillos de tránsito de votantes ni a menos de 30,5 metros de cualquier entrada de edificios que se usen como colegios electorales.
A juicio de Benson, la presencia de armas de fuego en este tipo de instalaciones puede causar "miedo" o "intimidación" a votantes y trabajadores electorales, entre otros.
"Estoy comprometida a asegurar que todos los votantes de Míchigan pueden ejercer libremente su derecho fundamental a votar sin miedo o amenazas, intimidación o acoso", ha señalado en un comunicado, insistiendo en que su decisión es "necesaria" para "asegurar que cada votante está protegido".
La orden estará vigente únicamente durante el día de las elecciones, cuando se prevén largas filas y multitudes en todo el estado. No obstante, no se aplicará con las personas que ya votan de manera anticipada en instalaciones adecuadas para ello en Míchigan.
Como destaca Brady, un grupo que apuesta por la prevención de la violencia armada, en Estados Unidos no existe ninguna ley federal que prohíba la presencia de armas en los colegios electorales, sino que es competencia de los estados legislar en la materia.
En este contexto, la elevada polarización política y social hace temer un estallido de violencia en relación con las elecciones. De hecho, Amnistía Internacional ya pidió a las autoridades estadounidenses que prohibieran las armas en los colegios electorales durante esta fecha, aduciendo los mismos motivos esgrimidos por Benson.
El movimiento de Míchigan es, además, significativo, porque tiene lugar una semana después de que la Policía Federal de Estados Unidos (FBI) imputara a 13 personas por participar en un presunto complot para secuestrar a la gobernadora del estado, Gretchen Whitmer.