Actualizado 19/03/2011 12:51

EEUU/Iberoamérica.- Obama llega a Brasil en el inicio de su gira por Latinoamérica


WASHINGTON, 19 Mar. (Reuters/EP) -

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha llegado este sábado a Brasil para comenzar su primera gira por el continente desde que asumió el poder hace más de dos años con visitas a Brasil, Chile y El Salvador, y con el objetivo de intentar recuperar el liderazgo económico en una región en la que ahora afronta un renovado protagonismo de China.

Obama llegará a estos países donde muchos cuestionan lo que pueda ofrecer a este continente que se siente cada vez más independiente, mientras la Casa Blanca enfoca su atención en las revueltas en Oriente Próximo, la crisis nuclear en Japón y los problemas económicos internos.

La gira, que comenzará este sábado y concluirá el próximo 23 de marzo, incluirá paradas en Brasil, la potencia sudamericana, Chile, un exitoso ejemplo de economía de libre mercado, y el pequeño estado centroamericano de El Salvador, que tiene a millones de connacionales viviendo en territorio norteamericano.

El desafió de Obama será convencer a los latinoamericanos --que siempre han sentido que sus países son "patios traseros" de Estados Unidos-- sobre su compromiso de priorizar el comercio y la inversión, frente a una enérgica iniciativa de China por pisar fuerte en la región.

La gira también tiene importantes implicaciones políticas para la primera potencia económica. La Casa Blanca defiende a Latinoamérica como un mercado fértil para aumentar las exportaciones, que Obama considera como el camino indicado para crear empleo, un aspecto crucial para sus oportunidades de disputar la reelección en el año 2012.

Pero la región --apuntalada por un crecimiento que supera al de Estados Unidos-- no sólo se está diversificando económicamente, sino que está demostrando que ya no está dispuesta a seguir las directivas de Washington.

"No podemos ignorar al Hemisferio Occidental ni darlo por sentado, debido a que otras personas se están moviendo rápida y efectivamente", ha afirmado Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas.

EXPECTATIVAS NO CUMPLIDAS

Obama creó expectativas en la Cumbre de las Américas en Trinidad --celebrada en 2009-- cuando prometió una "sociedad equitativa" con Latinoamérica, basada en el respeto mutuo y los valores compartidos.

Su mensaje ha sido considerado como un cambio de tono en una relación que a menudo estuvo caracterizada por el abuso del poderío militar y económico estadounidense durante gran parte del siglo XX y evolucionó en una política de olvido cuando muchos países atravesaron transiciones democráticas tras gobiernos militares.

Aunque la imagen de Washington ha mejorado en comparación con la era del presidente George W. Bush y Obama sigue siendo popular, los avances diplomáticos no se han materializado, al igual que las esperanzas de un significativo alivio del embargo que Estados Unidos mantiene sobre Cuba desde hace más de 50 años o de una reforma de las leyes inmigratorias.

También se ha percibido una frustración por el fracaso de Obama a la hora de convencer al Congreso de su país de que apruebe los estancados pactos comerciales con Colombia y Panamá, además de la confusa respuesta al golpe de Estado en Honduras en junio de 2009.

Preocupado por las crisis en el extranjero, las batallas por el presupuesto en el Congreso y su propio deseo de obtener la reelección, Latinoamérica parece haber perdido importancia en la agenda de Obama.

Sin embargo, la Casa Blanca insiste en que ha estado "profundamente comprometido", organizando regularmente reuniones con los líderes de la región en cumbres mundiales.

"Los otros países quieren ver a Estados Unidos involucrado en asuntos económicos internacionales y demostrando liderazgo", ha indicado a la prensa el viceasesor de Seguridad Nacional de Obama, Mike Froman. "Creo que el presidente ha hecho eso", ha añadido.

Los funcionarios estadounidenses esperan que la gira de Obama --la más extensa por la región desde que asumió la Presidencia-- transmita tranquilidad a sus vecinos y consolide las relaciones.

NUEVA REALIDAD

Si bien la visita estará edulcorada con acuerdos comerciales y pactos complementarios, el resultado será más simbólico que sustancial. También pondrá de relieve que la era en que Estados Unidos tenía una opinión irrefutable en materia económica está terminada.

China e India están ganando presencia en la región. La demanda de materias primas en sus países está ayudando a impulsar el crecimiento latinoamericano, que en el pasado estaba muy rezagado al de Estados Unidos.

El reconocimiento de esta tendencia se refleja en la elección de Brasil, la principal economía de la región y una emergente potencia mundial, como la primera parada de Obama.

Según funcionarios estadounidenses, el mandatario quiere aprovechar el viaje para reparar las relaciones desde que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, asumió el pasado enero, dejando atrás las tensiones surgidas durante el mandato de Luiz Inácio Lula da Silva, entre otras cosas, por su apertura hacia Irán.

Rousseff, una política de izquierda pragmática, se ha mostrado más inclinada hacia Washington que hacia líderes anti-estadounidenses como el presidente venezolano, Hugo Chávez, pero de todas maneras se prevé que demandará resultados a Obama.

Después de que China superara a Estados Unidos como principal socio comercial de Brasil, el Gobierno de Obama está decidido a usar su visita para apuntalar los intereses norteamericanos.

"Este viaje se trata fundamentalmente de la recuperación y las exportaciones de Estados Unidos y de la crítica relación que tiene América Latina en nuestro futuro económico y en (la creación de) empleo", ha explicado Froman.

CHILE Y EL SALVADOR

La visita a Chile exaltará el modelo de reforma de mercado y estabilidad apoyado por Estados Unidos desde que el país sudamericano emergió de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990). Obama utilizará Santiago como el escenario de un discurso sobre política para Latinoamérica.

Después de Chile, Obama viajará a El Salvador. El Gobierno de Mauricio Funes está liderado por un ex movimiento rebelde de izquierda al que Washington se opuso durante la guerra civil salvadoreña. En este viaje Washington buscará cambiar el rumbo y marcar un hito en las relaciones bilaterales.

El itinerario de Obama transmite el mensaje de que quiere evitar ver a la región a través del prisma ideológico que prevaleció durante el Gobierno de su antecesor, Bush.

Aunque la visita a El Salvador se centrará también en los problemas generados por la pobreza y la propagación de la guerra de México contra el narcotráfico, hay pocas expectativas de un nuevo compromiso de asistencia debido a las dificultades económicas de Estados Unidos.

En algunos países excluidos de la gira podrían surgir rencores. Por ejemplo, algunos medios argentinos describieron la elección de Obama de visitar a dos vecinos pro-mercado como un desaire a la presidenta Cristina Fernández y sus políticas económicas intervencionistas.