Actualizado 02/07/2009 21:22

EEUU lanza asalto en bastión talibán en Afganistán

Por Peter Graff

NAWA, Afganistán (Reuters/EP) - Miles de marines estadounidenses se adentraron el jueves en un valle afgano dominado por las milicias talibán, lanzando la mayor ofensiva militar de la presidencia de Barack Obama.

Los marines dicen que la operación Khanjar, o ataque de la espada, será decisiva y que busca capturar virtualmente toda la sección inferior del valle de río Helmand, corazón de la insurgencia talibán y la mayor región productora de opio del mundo.

A través de la rápida captura del valle, los comandantes estadounidenses esperan cumplir en horas lo que las sobreexigidas tropas de la OTAN no han logrado en varios años, y con ésto cambiar el curso de una guerra estancada antes de la elección presidencial afgana, que se llevará a cabo en agosto.

"La intención es ir en grande, ir con fuerza e ir rápido, y al hacerlo estaremos salvando vidas en ambos bandos", dijo a su personal antes de la operación el brigadier general Larry Nicholson, comandante de los marines en el sur de Afganistán.

Con la violencia de los insurgentes encabezados por los talibanes en su máximo nivel desde que el estricto grupo islamista fue derrocado en el 2001, la operación marca la primera gran prueba de la nueva estrategia de Washington para derrotar a los talibanes y sus aliados y estabilizar el país.

Con nuevas tácticas para ganarse a la población afgana y nuevos comandantes en el campo de batalla, el Ejército estadounidense espera cambiar el curso de una guerra que algunos en Washington han admitido no están ganando.

El Ejército estadounidense dijo más tarde el jueves que un soldado estaba desaparecido en el sureste de Afganistán desde el martes, antes de que comenzara la operación en Helmand, y se creía que había sido capturado por militantes. El Pentágono confirmó el incidente.

Un comandante talibán, Mullah Sangeen, dijo a Reuters por teléfono desde una ubicación no revelada que el soldado fue capturado cuando una patrulla salió de su base en la provincia Paktika y sólo sería liberado cuando el Ejército estadounidense libere a los combatientes talibanes que mantiene prisioneros.

MILES DE COMBATIENTES

Los talibanes han prometido que sus miles de combatientes en el sur de Helmand y Kandahar contraatacarán la ofensiva. El primer día, sólo se habían registrado choques menores.

"Miles de muyaidines talibanes están listos para luchar contra las tropas estadounidenses en la operación en la provincia de Helmand", dijo el mulá Hayat Khan, un alto comandante de los talibanes afganos, a Reuters por teléfono desde una ubicación no revelada.

En Islamabad, el Ejército pakistaní dijo que estaba redesplegando a algunas de fuerzas fronterizas para bloquear a cualquier combatiente talibán que intente huir de la nueva ofensiva. Helmand comparte una frontera de 200 kilómetros en el desierto con la provincia pakistaní de Baluchistán.

La ofensiva vino cuando el comandante de las fuerzas extranjeras en Afganistán, el general Stanley McChrystal, sostenía conversaciones en Rawalpindi con el jefe del Ejército pakistaní, el general Ashfaq Kayani, dijo un funcionario pakistaní. No brindó detalles.

El Ejército estadounidense dijo que no hubo víctimas serias en las etapas iniciales del asalto.

Los talibanes dijeron más tarde en un comunicado que uno de sus combatientes había muerto y dos fueron heridos. Citando al portavoz Qari Mohammad Yousuf, el comunicado señalaba que "11 efectivos extranjeros murieron o sufrieron heridas".

OLEADAS DE HELICOPTEROS

Oleada tras oleada de helicópteros transportaron marines en las primeras horas de la madrugada a través del valle, una medialuna caracterizada por plantaciones de trigo, campos de opio atravesado por canales, y salpicada por algunas viviendas de adobe.

Desde allí, una resistencia arraigada desafió por años a las fuerzas de la OTAN.

Cientos de marines más avanzaron por tierra en convoyes a través de un área desolada conocida como el Desierto de la Muerte.

Unos 4.000 marines integraron la ofensiva de asalto y miles más fueron movilizados para asistirlos, en una operación de tropas extranjeras de una escala no vista en Afganistán desde la retirada soviética en 1989.

Los 10.000 marines en la provincia de Helmand, 8.500 de los cuales arribaron en los últimos dos meses, forman la mayor oleada en una escalada ordenada por Obama.

El nuevo mandatario estadounidense ha declarado que la insurgencia de los talibanes en Afganistán y en el vecino Pakistán es la principal amenaza a la seguridad estadounidense.

Grandes áreas de Helmand han estado fuera del control del Gobierno afgano. La provincia produce el mayor porcentaje de opio del país, lo que representa el 90 por ciento de la heroína mundial.