Actualizado 11/03/2015 10:02

Condenado a 16 años de cárcel el hijo del presidente de Surinam

NUEVA YORK, 11 Mar. (Reuters/EP) -

   Un tribunal de Estados Unidos ha condenado este martes a 16 años y tres meses de cárcel a Dino Bourtese, hijo del presidente de Surinam, Desiré Bourtese, después de que se declara culpable de intentar ofrecer una base de operaciones al partido-milicia chií libanés Hezbolá.

   Dino Bourtese, de 42 años de edad y que trabajó para la unidad antiterrorista del país, se ha declarado culpable además de tráfico de drogas y posesión ilegal de armas.

   La fiscalía estadounidense acusó a Bourtese de invitar al país a personas que pensó que eran miembros de Hezbolá para instalar una base en el país, ubicado al norte de Brasil, a cambio del pago de dos millones de dólares que finalmente no recibió.

   Pese a que la fiscalía había reclamado una pena de 30 años de cárcel, la jueza Shira Scheindlin ha argumentado su veredicto diciendo que Bourtese estaba motivado por "ganar mucho dinero" y no por ayudar al grupo, al tiempo que ha recalcado que Hezbolá no jugó papel alguno en el asunto.

   El hijo del presidente de Surinam fue arrestado en 2013 por las autoridades de Panamá durante una operación encubierta durante la cual habló de sus actividades con varios informantes confidenciales de la Agencia Antidroga de Estados Unidos (DEA).

   "Realmente lamento mis acciones, y estoy muy avergonzado de mí mismo. Asumo toda la responsabilidad", ha dicho, antes de recalcar que sus acciones "no representan" a Surinam.

   Desiré Bouterse fue un dictador que subió al poder en base a un golpe de Estado en 1980. Fue condenado en ausencia en 1999 por cargos de narcotráfico por un tribunal de los Países Bajos, y se le acusa en el país de la ejecución de quince opositores políticos en 1982.

   Bouterse ha manifestado su intención de postularse para un segundo mandato en las elecciones de 2015. La antigua colonia holandesa, de unos 560.000 habitantes, depende en gran medida las exportaciones de oro y petróleo, aunque aproximadamente el 70 por ciento de la población vive por debajo del nivel de pobreza.