WASHINGTON, 17 Jun. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Estados Unidos informó este viernes de que mantendrá a la Guardia Nacional en la frontera con México al menos hasta septiembre para ayudar a contener la inmigración ilegal y la violencia generada por el narcotráfico.
El Departamento de Seguridad Nacional indicó que el Gobierno extendió el despliegue temporal de tropas de la Guardia Nacional, que llevan en la zona desde el pasado verano, por la frontera hasta el próximo 30 de septiembre.
"La Guardia Nacional está proporcionando apoyo para aplicar las leyes dirigidas a prevenir el tráfico ilícito de personas, drogas, armas y dinero en efectivo", dijo el portavoz del Departamento, Matthew Chandler.
El presidente norteamericano, Barack Obama, firmó en agosto un proyecto de ley en el que se destinarán 600 millones de dólares (unos 418 millones de euros) para reforzar la seguridad a lo largo de la frontera de unos 3.220 kilómetros. Estados Unidos tendrá en la zona unos 1.500 agentes de la Patrulla Fronteriza e inspectores de aduanas, entre otros efectivos.
La Casa Blanca envió inicialmente a unos 1.200 miembros de la Guardia Nacional para ayudar a suplir la falta de efectivos mientras que eran entrenados los agentes de la Patrulla Fronteriza.
Obama ha recibido mucha presión tanto por el bando republicano como por el demócrata para que reforzara la seguridad en la frontera con México, donde los cárteles han intensificado sus acciones y han producido miles de muertos.
Las autoridades mexicanas aseguran que Estados Unidos no hace lo suficiente para evitar que armas de fabricación estadounidense lleguen a los carteles en México. Chandler aseguró que el departamento está contratando a nuevo personal y está tomando otras medidas para mejorar la seguridad fronteriza y agregó que la Guardia Nacional "está actuando como un puente estratégico" mientras tanto.
Desde su despliegue, soldados de la Guardia Nacional han ayudado a los efectivos estadounidenses de Aduanas y de Protección Fronteriza incautando más de catorce toneladas de drogas que cruzan ilegalmente la frontera, hasta el punto de detener a unos 7.000 'sin papeles', concluyó Chandler.