Actualizado 30/09/2007 01:28

EEUU/México.- Mañana se cierra el primer tramo de la nueva valla de separación


MESA (ARIZONA, EEUU), 29 Sep. (EP/AP) -

Mañana está previsto que se concluya la construcción del primer tramo la nueva valla fronteriza que construye Estados Unidos en la frontera entre este país y México. Este primer tramo mide 113 kilómetros, pero la valla tendrá 595 kilómetros cuando esté terminada, a finales de 2008.

La mayor parte de la nueva cerca se encuentra en Arizona, el estado con mayor tránsito de indocumentados de Estados Unidos. "Nuestra meta es completar 113 kilómetros para el 30 de septiembre, y vamos a lograrlo", declaró Brad Benson, portavoz del Servicio de Inmigración y Aduanas estadounidense.

Se han construido cercas en las inmediaciones de los poblados fronterizos de Douglas, Naco, Sasabe, San Luís y Yuma y junto a la base aérea Barry M. Goldwater. Además de los 93 kilómetros construidos ahí, otros 4,8 kilómetros fueron levantados en Nuevo México y 14,8 kilómetros en California.

La construcción de la cerca todavía no ha servido para convencer a los electores sobre la seguridad fronteriza, aseguró el senador republicano Jon Kyl, ya que, dijo, algunas personas habían pronosticado que nunca sería construida.

"Y cuando el pueblo estadounidense escucha eso, dice 'ah, eso demuestra que el Gobierno no está comprometido (en combatir la inmigración ilegal)"', dijo Kyl.

El diseño de los distintos tramos de cerca presenta variaciones, pero toda es de metal pesado, diseñada para impedir el ingreso a pie al país. En muchas áreas, la cerca es de unos 4,5 metros de altura y penetra el terreno hasta unos 1,5 metros de profundidad, indicó Benson.

Hasta el momento no se ha dado a conocer su costo, pero todos los tramos tienen un presupuesto total de tres millones de dólares por milla (1,6 kilómetros).

El dinero gastado en ella será un desperdicio si no se crea un programa de trabajadores invitados, opinó Roberto Reveles, activista por la reforma migratoria desde Phoenix.

"La verdad es que la gente que cruza por el desierto no quiere hacerlo. Ellos preferirían que el Gobierno les emita, con tiempo, un permiso de trabajo", argumentó Reveles.