Actualizado 15/02/2007 23:50

EEUU/Nicaragua-EEUU dice que la comunidad internacional quiere que Nicaragua destruya los misiles que posee desde los 80


MANAGUA, 15 Feb. (EP/AP) -

El embajador de Estados Unidos en Nicaragua, Paul Trivelli, aseguró hoy que no sólo su país sino la comunidad internacional está interesada en que Nicaragua destruya los misiles tierra-aire SAM-7 que posee desde la década de los ochenta.

Por ello, Trivelli manifestó a los medios de comunicación al inaugurar un programa humanitario del Ejército estadounidense que la postura de su Gobierno respecta a este tema "no ha variado" y que "no es una posición solamente americana".

"Hay un programa impulsado por el G-8 (los ocho países más ricos del mundo), por la ONU, por la OEA para destruir estos misiles", añadió el embajador, quien explicó que como producto de esa preocupación, más de 17.000 misiles de ese tipo han sido destruidos en los dos últimos años en distintos países.

Nicaragua aún conserva 1.000 misiles SAM-7 suministrados en la década de los ochenta por la hoy desaparecida Unión Soviética al entonces régimen sandinista de Daniel Ortega, quien actualmente preside de nuevo el gobierno.

El año pasado, el entonces mandatario, Enrique Bolaños, solicitó al Congreso que autorizase la destrucción de 600 de estas armas, pero Ortega --que asumió el poder el pasado 10 de enero-- se opone a desmantelarlas.

DESAFÍO QUE REPRESENTA HONDURAS

Estados Unidos teme que los misiles vayan a parar a manos terroristas. Sin embargo, Ortega sostiene que se deben conservar ante el desafío que representa para el país la poderosa fuerza aérea de la vecina Honduras, con la que el país tiene litigios de territorios en el mar Caribe.

Trivelli explicó, sin embargo, que la destrucción de los misiles debe hacerla el país "tomando en cuenta su propia seguridad nacional", y agregó que habría que pensar si Nicaragua tiene "interés de destruir esos misiles".

El programa humanitario inaugurado hoy por Trivelli es el quinto que realiza el Ejército de los Estados Unidos desde 1990, y consiste en la construcción de escuelas, centros de salud y asistencia médica y veterinaria en Santa Teresa (departamento de Carazo), situada a unos 45 kilómetros al sur de Managua. En el proyecto participan unos 1.200 militares en beneficio directo de 158 comunidades.

El ministro nicaragüense de Exteriores, Samuel Santos, agradeció en el acto al Gobierno de Estados Unidos su colaboración, y resaltó que esto refleja el fortalecimiento de la relación "franca y cercana" entre las Fuerzas Armadas de ambos países.