Actualizado 13/12/2016 17:12

El Supremo de EEUU acepta revisar la orden de Obama para evitar la deportación de millones de inmigrantes

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con inmigrantes.
REUTERS


WASHINGTON, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha aceptado este martes pronunciarse sobre si el presidente, Barack Obama, tiene la autoridad para permitir que millones de inmigrantes ilegales puedan permanecer y trabajar en Estados Unidos sin ser deportados.

La Casa Blanca ha celebrado la decisión de los jueces del máximo tribunal y ha confiado en que terminen dando la razón al mandatario. "Confiamos en que las políticas serán ratificadas como legales", ha afirmado en un comunicado su portavoz, Brandi Hoffine, defendiendo que "estas políticas harán más seguras a nuestras comunidades".

Según el 'Washington Post', lo más probable es que el Supremo aborde el caso el próximo abril y que el veredicto se produzca en junio. Para esa fecha, se debería conocer quiénes serán los candidatos a la Casa Blanca en las elecciones del 8 de noviembre, en cuya campaña la inmigración será seguramente uno de los temas a tratar.

Este era el último intento que tenía la Administración actual para conseguir aplicar antes del próximo enero, cuando el presidente deja el cargo, un programa anunciado por Obama en 2014 y que beneficiaría a unos cuatro millones de personas.

El programa Acción Diferida para Padres de Americanos y Residentes Permanentes Legales (DAPA) permitiría que quienes estén en esa situación permanezcan en el país y soliciten permisos de trabajo si llevan más de cinco años y no han cometido ningún delito.

RECHAZO DE 26 ESTADOS

Sin embargo, esta orden ejecutiva, adoptada por Obama ante la imposibilidad de sacar adelante la medida en un Congreso dominado por los republicanos, se topó con el rechazo de 26 estados, con Texas a la cabeza y 24 gobernados por republicanos, que recurrieron el programa ante los tribunales, que tras un fallo inicial a favor en febrero lo ratificaron en noviembre, paralizando la entrada en vigor.

Ante ello, Obama recurrió al Supremo para reclamarle que revirtiera dicho fallo, argumentando que los estados no tienen potestad para sustentar el caso puesto que la inmigración es responsabilidad del Gobierno federal.

En su decisión de este martes, el abogado general Donald B. Verrilli ha sostenido que un tribunal de inferior instancia retuvo "una orden nacional sin precedentes contra la aplicación de una política federal de inmigración de gran importancia nacional, y lo hizo en violación de los límites establecidos del Poder Judicial".

"Si se deja tal y como está, ese fallo permitirá a los estados frustrar la aplicación al Gobierno federal de las leyes de inmigración", ha añadido. Mantener el veredicto además, ha señalado, obligaría a millones de personas a "seguir trabajando al margen de la ley, sin la opción de un empleo legal para sustentar a sus familias".