Publicado 23/08/2020 14:47

EEUU.- Trump se juega convencer a indecisos y moderados en una Convención Republicana convertida en un momento crucial

EEUU.- Trump se juega convencer a indecisos y moderados en una Convención Republ
EEUU.- Trump se juega convencer a indecisos y moderados en una Convención Republ - Jeff Lange/TNS via ZUMA Wire/dpa

La pandemia ha arruinado la política económica del presidente, su arma fundamental contra Biden, que le saca ocho puntos de media en las encuestas

MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

Donald Trump se enfrenta a partir de este lunes en la Convención Nacional Republicana a un momento de extraordinaria importancia para sus aspiraciones electorales. Con el voto evangélico en la mano, es hora de que el presidente intente arrebatar a su rival, Joe Biden, el electorado moderado que podría descarrilar su reelección, toda vez que su gran arma, la pujante situación económica del país merced a su reforma a favor de las grandes empresas, ha quedado arruinada por el coronavirus.

Originalmente, los cuatro días de la convención estaban programados para llevarse a cabo en Charlotte (Carolina del Norte), pero el presidente trasladó la mayoría de los eventos de la convención a Jacksonville, Florida, y a Washington D.C. después de una disputa con el gobernador sobre los protocolos de seguridad relacionados con el coronavirus.

Se espera que el presidente viaje en persona a Charlotte en las próximas horas para hacer acto de presencia en algunos de los eventos, pero todo parece indicar que finalmente aceptará su nominación en el jardín sur de la Casa Blanca el próximo jueves. Sin embargo, desde su administración se ha señalado que los planes podrían cambiar en cualquier momento.

Además del vicepresidente Mike Pence y la familia Trump -- su esposa, Melania, y sus hijos Ivanka, Eric y Donald Jr -- se espera que la convención también incluya a varios y prominentes líderes conservadores, entre ellos el senador por Carolina del Sur Tim Scott, la senadora por Iowa Joni Ernst, el líder de la minoría de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy de California y la ex embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas Nikki Haley.

También se espera que hable Nick Sandmann, un ex alumno de Covington Catholic High School en Kentucky, conocido por enfrentarse cara a cara con un nativo americano durante una protesta en 2019. Asimismo estarán la pareja formada por Mark y Patricia McCloskey, conocidos por blandir sus armas para alejar a varios manifestantes del movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) de su palacete en St. Louis.

OCHO PUNTOS

Las encuestas conceden a Biden ocho puntos de media de ventaja, un pronóstico que ni siquiera el candidato demócrata quiere aplaudir, consciente del vuelco a los sondeos de las elecciones de 2016.

Trump ha preparado el terreno en los últimos días acusando a Biden de "atentar contra Dios", intentar arrebatar las armas a los estadounidenses y de imponer una política socialista, pero a pocos se les escapa que Biden es considerado un devoto católico y liberal moderado, criticado por el sector progresista de su partido Demócrata.

Ello no parece importar a Trump, que ha demonizado a su contrincante. "Soy lo único que hay entre el sueño americano y el caos total. Es lo que es", hizo saber Trump el pasado viernes en una comparecencia ante sus simpatizantes.

Sin embargo, Trump necesita algo más que su habitual retórica abrasiva y beligerante. El desempleo se encuentra en los dos dígitos y las encuestas reflejan una importante decepción entre votantes republicanos moderados sobre su gestión de la pandemia, que ha dejado casi 180.000 fallecidos en todo el país.

Ello ha motivado que Trump se encuentre librando batallas que a principios de año le resultaban impensables en estados tradicionalmente republicanos, y vaya por detrás en los más importantes de todos, los "swing states", aquellos con un electorado tan variopinto que resulta imposible aventurar por quién se decantarán en los comicios de noviembre.

Su campaña cuenta con un factor a favor: a diferencia de Biden, Trump sí genera atracción por sí mismo entre el electorado. Su contrincante es considerado, en el peor de los casos, como un mal necesario para derrotarle, pero el actual presidente de Estados Unidos ha demostrado que su personalidad ha movilizado a las bases más conservadoras y reaccionarias de su electorado. Falta llegar al resto.