MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Autoridad Electoral Nacional (AEN) de Egipto ha anunciado este miércoles que iniciará un proceso administrativo contra los casi 54 millones de electores que no acudieron a votar en las pasadas elecciones para el Senado del 11 de agosto, que contaron con una participación del 14 por ciento.
La junta de la AEN ha explicado, según ha informado la agencia oficial de noticias de Egipto MENA, que amparándose en la Ley de Ejercicio de Derechos Políticos, elaborará una lista de los 53,98 millones de electores que decidieron no acudir a las urnas.
La cámara alta, restituida recientemente tras la toma del poder por la fuerza de Abdelfatah al Sisi en 2014, fue abolida hace seis años, bajo acusaciones de inutilidad, corrupción y de perpetuar el control gubernamental, pues se trata de un órgano consultivo que carece de autoridad legislativa.
Si bien hace una semana las autoridades electorales justificaron la baja participación debido a la situación de crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus, la AEN ha decido este miércoles sancionar a los ausentes en las urnas con multas económicas cercanas a las 500 libras egipcias (unos 26 euros).
Egipto es el segundo país del continente africano más afectado por la pandemia, con 97.825 casos acumulados y 5.317 fallecidos.
El pasado 11 de agosto acudieron a votar cerca 8,9 millones de personas, de 63 millones de electores, a unas elecciones de las que salieron ganadores un grupo de independientes y una alianza de partidos considerados aliados del Gobierno del primer ministro, Mostafá Madbuli, tras hacerse con 147 escaños de los 200 que estaban en juego.
El Senado se conforma de 300 asientos, aunque sólo 200 están en juego, pues una tercera parte es designada por el presidente del país, Al Sisi. Los 26 asientos restantes se asignarán tras una segunda vuelta que tendrá lugar el próximo mes.
Además de la vuelta del Senado a la vida política de Egipto, entre los cambios constitucionales que se llevaron a cabo el año pasado también estuvo la posibilidad de que Al Sissi, en el cargo desde 2014, prorrogue su segundo mandato de cuatro a seis años, teniendo la posibilidad de un tercero, con el que podría permanecer en la Presidencia hasta 2030.
Al Sissi fue el cabecilla del golpe de Estado que llevó a cabo una parte del Ejército en 2013 contra Mohammed Morsi, el primer presidente del país elegido democráticamente en toda su historia, quien falleció en 2019 mientras estaba siendo juzgado por un supuesto delito de espionaje.