Actualizado 16/06/2009 01:55

Elección Irán apaga voces reformistas hacia Occidente

Por Alistair Lyon

BEIRUT (Reuters/EP) - La controvertida victoria electoral del presidente Mahmoud Ahmadinejad ha frustrado a iraníes prorreformistas y desanimado a observadores extranjeros que esperaban que Irán pudiera "aflojar su puño" con un nuevo líder y engranar con el estadounidense Barack Obama.

Los israelíes podrían ver un rayo de esperanza en el resultado electoral del viernes: la fiera retórica de Ahmadinejad es su mejor arma para convencer al mundo de que Irán debe detener sus ambiciones nucleares.

Pero los iraníes que votaron por el candidato moderado Mirhossein Mousavi se sienten traicionados por lo que consideran un flagrante engaño de un sistema de votación limitante y complejo.

"Nadie imaginó esta votación tan amañada, ante los ojos del mundo, por parte de un Gobierno que dice que está comprometido con la justicia religiosa", dijo Mousavi. "(Esto) pondrá en peligro los pilares de la República Islámica y establecerá una tiranía", agregó.

El líder supremo el ayatolá Ali Khamenei respaldó el resultado y dijo a los iraníes que evitaran un "comportamiento provocativo" y se manifestaran a favor de Ahmadinejad, que calificó las elecciones de "libres y sanas".

Autoridades han mostrado mano dura contra disidentes desde que los resultados oficiales divulgados el domingo dieron a Ahmadinejad casi un 63 por ciento de los votos y sólo un 34 por ciento para Mousavi, acabando con el entusiasmo que el rival había inspirado entre reformistas y conservadores moderados.

Las fuerzas de seguridad no dispararon a los miles de manifestantes pro-Mousavi que salieron a las calles de Teherán el sábado, pero imágenes de televisión de hombres uniformados en motocicletas agitando sus porras enviaron una señal clara, al menos al mundo exterior.

El lunes los choques se hicieron evidentes y hombres de la milicia islamista Basij dispararon contra una masiva manifestación de simpatizantes de Mousavi en Teherán, dejando al menos un muerto y varios heridos, según testigos.

El sector anti-Ahmadinejad se vio "sorprendido y está buscando un plan", según Trita Parsi, director del Consejo Nacional Iraní Americano, con sede en Washington.

"Cada vez más, dado el fracaso de conseguir que Khamenei intervenga, su única opción parece ser directamente desafiar -o amenazar con desafiar- al líder supremo", escribió.

No está claro si un desafío de estas características utilizando las instituciones existentes puede llevarse a cabo con una posibilidad realista de éxito.

"Aunque el presidente no es el jefe de la toma de decisiones, la victoria de Ahmadinejad es un claro signo de que la política iraní está en un proceso de cambio", opinó Alireza Nader de RAND Corporation.

PELEA EN LA ELITE DIRIGENTE

"El poder de la tradicional élite gobernante -hombres como (Hashemi Akbar) Rafsanjani- ha sido retado con éxito por Ahmadinejad y sus partidarios, incluyendo destacados y fundamentalistas miembros de la Guardia Revolucionaria", agregó.

En un debate televisivo previo a la votación, Ahmadinejad acusó al ex presidente y a sus hijos de corrupción, provocando una encendida carta de Rafsanjani a Khamenei solicitando su intervención.

"Todo depende ahora de lo que haga la oposición. El desafío ha sido lanzado", dijo Ali Ansari, director del Instituto para Estudios Iraníes en la Universidad de Sant Andrews.

"Ellos (las autoridades) han reivindicado la victoria. Van a calcular que todo el mundo esté tan alucinado y conmocionado que se marcharán a casa confundidos", agregó.

Sea cual sea el resultado de la pelea de poder en el seno de la élite iraní, el mundo afronta un dilema: continuar negociando con Ahmadinejad y por tanto darle legitimidad, o aislarle y quizá perder cualquier pequeña posibilidad aún existente para el diálogo.

(Traducido por Emma Pinedo en la Redacción de Madrid)