Actualizado 06/10/2015 22:21

La Embajada de EEUU tacha de "absurdo" el supuesto plan para asesinar a Morales

 

   LA PAZ, 6 Oct. (Notimérica) -

   La Embajada de Estados Unidos ha respondido mediante un comunicado a las acusaciones del ministro boliviano de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, quien aseguraba que el país norteamericano instaló en 2006, 2007 y 2008 un centro de operaciones para llevar a cabo un golpe de Estado o el asesinato de Morales como plan B.

   Ante tal acusación, el gobierno estadounidense se ha mostrado contundente: "La Embajada de EEUU desea afirmar que las acusaciones difundidas por algunos funcionarios del gobierno de Bolivia durante el fin de semana son absolutamente falsas y absurdas. El Gobierno de los Estados Unidos no estuvo involucrado en ninguna conspiración, intento de derrocar al gobierno de Bolivia o de asesinar al presidente Morales."

   Quintana basaba su acusación en una información revelada por Wikileaks y publicada en un libro en septiembre. Esas investigaciones fueron recogidas, entre otros medios, por el portal oficialista ruso Russia Today (RT), al que Quintana utilizó como referencia el sábado pasado para hacer la denuncia.

   En una conversación con unos periodistas, el ministro aseguró que están avanzando en la investigación "para tener con la mayor prolijidad posible todos los documentos que de manera impecable demuestren lo que hemos denunciado". Además, el gobierno boliviano está volviendo a revisar los documentos de wikileaks y según asegura quintana siguen llevándose sorpresas, "por lo que los resultados son cuestión de tiempo".

   También denunció que determinadas agencias, como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y organizaciones no gubernamentales (ONG) seguían al pie de la letra los planes del complot contra el país sudamericano. Según el ministro de Presidencia, el papel de la USAID en Bolivia entre 2007 y 2009 era tratar de desestabilizar al país.

   Insistió en que los planes de magnicidio contra el primer mandatario y de desestabilización de Bolivia están detallados en el mencionado libro, lo que establece que el golpe de 2008 no fue ningún invento, y que las agencias norteamericanas de la CIA, la DEA y el Comando Sur, además de la propia Embajada, estuvieron involucradas en dicho golpe.

   El Gobierno de Bolivia también defiende que Estados Unidos no solo ha intentado influir en su país. De este modo, Quintana alertó que otras investigaciones establecen que Estados Unidos está desarrollando otras estrategias de estrangulamiento económico contra los países progresistas, entre ellos los países del ALBA, y otros proyectos alternativos en una "guerra sin cuartel en América Latina".

   Por otro lado, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, manifestó que los textos de Wikileaks revelan elementos claros y objetivos de la injerencia de Estados Unidos en Bolivia, además de asegurar que la embajada norteamericana mantenía reuniones con líderes opositores al Gobierno de Morales de 2006 a 2008.