¿Qué Enfada A Los Panameños?
REUTERS / CARLOS JASSO

   CIUDAD DE PANAMÁ, 5 May. (Notimérica) -

   Panamá es un país "especial". Lejos de parecerse al resto de los Estados que conforman Centroamérica, Panamá se presenta como una urbe en la que sobresalen los rascacielos y el ambiente capitalista dirige a los ciudadanos, que al mismo tiempo conviven rodeados de una naturaleza solo comparable con el resto de los países vecinos.

   Con uno de los índices de Producto Interior Bruto (PIB) per cápita más altos de la región latinoamericana y un nivel de riqueza per capita que supera al de algunos estados europeos, los panameños viven esencialmente del desarrollo laboral del sector servicios y en el comercio internacional.

   Este hecho, junto a la seguridad, ha llevado a que miles de ciudadanos venezolanos y colombianos hayan decidido inmigrar a este país --en el por otra parte que existen graves recelos por parte de la población a la hora de acoger a sus vecinos latinoamericanos--, y que jubilados estadounidenses y canadienses hayan hecho del país centroamericano su lugar de retiro.

   Sin embargo, Panamá se sumerge paulatinamente y desde hace unos años en una crisis económica y social que ha formado parte de la campaña electoral, la cual culmina este domingo con la elección de un nuevo presidente y un nuevo Parlamento. El descontento social ha ido de la mano de la desigualdad económica --la cual es también una de las más importantes del territorio latinoamericano-- y provocando fuertes críticas contra el sistema político.

   Una de las explicaciones más claras de este hecho la realiza el decano de la universidad estadounidense de Millersville (Pensilvania), el panameño Orlando Pérez: "En Panamá hay un dicho que se llama "juega vivo", le dice a 'BBC Mundo', y explica que se trata de "la habilidad de alguien para jugar dentro del entorno institucional y económico para sacarle provecho".

   "Las generaciones más viejas recuerdan los años plagados de corrupción durante el gobierno del hombre fuerte Manuel Noriega (1983-1989), pero la escala y extensión de estas prácticas han llegado a niveles aparentemente sin precedentes en la joven democracia de este país", añade a este mismo medio el politólogo e investigador de la universidad New School for Social Research (Nueva York), Lucas Perriello.

   El escándalo de los 'Panamá Papers', el caso Odebrecht y la corrupción en el país han formado parte, por ende, de los debates sociales de cara a las elecciones de este domingo. Asimismo, la falta de confianza por parte de los panameños hacia los partidos políticos tradicionales, así como la candidatura de figuras salpicadas por la corrupción, han provocado un auge de las candidaturas independientes.

   La imagen internacional que proyecta el país debido a la corrupcíon es igualmente una de las preocupaciones de los ciudadanos de Panamá, quienes no desean que el Estado sea visto como sinónimo de corrupción, y quienes presentan el caso del expresidente Ricardo Martinelli --detenido y acusado de irregularidades y espionaje-- como un ejemplo de lo mencionado anteriormente.

   Si bien han sido varias las medidas ejecutadas para impedir que la corrupción entre en el ámbito político en Panamá --como las tomadas por el Tribunal Electoral hace escasos meses, las cuales limitan la duración de las campañas electorales, ponen topes a la financiación de campañas y exigen medidas de transparencia en las donaciones--, esto parece no ser suficiente.

   "El domingo, los votantes castigarán a candidatos que se percibe tienen vínculos más cercanos a los partidos manchados por la corrupción" dice Lucas Perriello a 'BBC Mundo', e indica que "eso también ayuda a explicar porque Laurentino Cortizo, del Partido Revolucionario Democratico (PRD), está encabezando las preferencias de los votantes en las encuestas. Nito, como se le conoce, es un político experimentado que ha tenido un papel secundario en la política de su país, lo que a su vez le ha permitido distanciarse de un establecimiento político muy cuestionado".