Publicado 03/07/2020 17:50

Erdogan ve en las críticas sobre el estatus de la antigua basílica de Santa Sofía un ataque contra la soberanía turca

Turquía.- Erdogan ve en las críticas sobre el estatus de Santa Sofía un ataque c
Turquía.- Erdogan ve en las críticas sobre el estatus de Santa Sofía un ataque c - Emrah Oprukcu - Archivo

MADRID, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha asegurado este viernes que las críticas sobre el estatus de la antigua basílica de Santa Sofía, que su Gobierno quiere reconvertir en mezquita, son un "ataque contra la soberanía" turca.

"Nadie tiene la autoridad ni el derecho de interferir en aquello que concierne nuestros lugares de culto. Las acusaciones vertidas contra nuestro país por querer modificar el estatus de Santa Sofía son un ataque directo contra nuestra soberanía", ha expresado, un día después de que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, pidiera a Ankara que no modificara el estatus de la basílica y la siguiera gestionando como un museo.

Erdogan ha aprovechado así la inauguración de una mezquita en Estambul para resaltar que el Gobierno turco protege los derechos de los musulmanes y los del resto de miembros de todas las creencias y religiones.

Así, ha defendido que Turquía no interfiere en los asuntos religiosos de otros países ni en cómo ofrece sus servicios a los ciudadanos y que, por lo tanto, espera lo mismo por parte de otros países.

Sus palabras tienen lugar tras recibir las críticas de varios países occidentales en relación con el cambio de estatus de la antigua basílica. Tras años de vistas judiciales, el Tribunal Administrativo de Turquía ha indicado que emitirá una sentencia en un plazo de 15 días.

El presidente, por su parte, ha señalado que en Turquía hay 435 iglesias y sinagogas, lo que es una clara señal de que "todos los ciudadanos gozan de su derecho a practicar su propia fe". Además, ha indicado que se está construyendo una nueva iglesia en el barrio de Balat, en Estambul.

Los musulmanes conservadores han reclamado que este edificio, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, vuelva a ser mezquita, algo que el propio presidente también sugirió en la campaña previa a las elecciones de 2019. Para la oposición, se trata de una estrategia del Gobierno para tapar otras crisis.