Actualizado 08/02/2019 10:37

Eriko Flores Pérez, el mexicano que ha ligado su vida profesional a reducir la pobreza en su país

Eriko Flores Pérez
FUNDACIÓN CAROLINA
 

   MADRID, 4 Dic. (Notimérica)

   Eriko Flores Pérez es uno de los hombres fuertes de la administración pública mexicana. Su pensamiento crítico lo forjó entre los pasillos de la biblioteca donde trabajaba su madre y en largas conversaciones que mantuvo con su padre, escritor de profesión, y con su tío Leopoldo Flores, el último de los muralistas que tuvo el país azteca. Convivió siempre rodeado de personas que llevaban el progresismo por bandera y aquello le forjó como la persona que es hoy: uno de los funcionarios públicos más dedicado a la lucha por terminar con la desigualdad.

   Su interés por la política le llevó a graduarse en Relaciones Internacionales y estudiar un posgrado en Finanzas Corporativas. Esa perspectiva global le permitió "estar interesado en un montón de temas, desde los políticos hasta los sociales y culturales", según relata a Notimérica desde uno de los despachos de la Fundación Carolina en Madrid, donde ha acudido para participar en unas jornadas sobre liderazgo junto con otros nueve políticos de diversos países iberoamericanos. Se desenvuelve bien en estas jornadas, pues el trabajo colaborativo es la única manera en la que Eriko entiende que uno puede apropiarse del conocimiento.

   A los 21 años ya trabajaba en un despacho económico haciendo análisis y hasta llegar a los 48 que tiene ahora ha formado parte de diferentes gabinetes. El paso por aquel despacho le permitió incorporarse a la Secretaría de Hacienda, donde se encargaba del análisis comparativo de la política fiscal. Descubrió entonces las "grandes brechas de desigualdad que abrían no solo entre los mexicanos, sino entre los países de la región". Saltó de ahí a la primera Secretaría de Desarrollo Social que se creó en México con la intención, precisamente, de reducir esa brecha entre grupos sociales y entre países vecinos.

   Su vida ha estado ligada a eso, al diseño e implementación de políticas que permitan combatir la pobreza y la desigualdad en uno de los países más complejos de toda Iberoamérica por sus enormes índices de corrupción y violencia. Abandonó la Secretaría para dar el salto a la educación pública. En el ámbito académico Eriko no solo ha sido profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México, del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y de la Universidad Autónoma del Estado de México, sino que también se atrevió con la publicación de un libro propio. "Seguridad Social en México" fue publicado en 2011.

Eriko Flores Pérez

   Sus clases en la universidad las compaginaba con su trabajo precisamente en esa Secretaría, la de Educación Pública. Desde ahí creó el programa 'Ver para Creer', uno de los que más "orgulloso" le hace sentir cuando echa la vista atrás. El programa dotó de gafas a centenares de niños cuyo rendimiento académico era bajo precisamente por el esfuerzo que les suponía estudiar con problemas de visión.

   Su trayectoria siguió durante años en la misma línea. Le encargaron dirigir el Centro de Estudios sobre Marginalidad y Pobreza, siempre dentro del estado de México, un centro que se convirtió en referente al ser el primero que no solamente diseñaba buenas políticas, sino que además monitoreaba su implementación y evaluación y que sentó las bases para la posterior creación, a nivel nacional, del Coneval --el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social--. También la revista que él mismo fundó, 'Cofactor', incluye documentos que sirven para discutir sobre pobreza, marginalidad o exclusió a nivel internacional.

SALTO AL ÁREA DE CONSUMO

   Cuando llegó su momento de cambiar de área aterrizó en la Procuraduría Federal del Consumidor, un hecho que "de ningún modo" hizo que Eriko abandonase su interés por las políticas sociales. ¿Cómo? "Protegiendo los ingresos de los mexicanos con relaciones de comercio justas", asegura. En un país donde no hay control de precios, estableció con las Cámaras de Comercio mecanismos con los que se podía medir cómo se comportaban los mercados y cómo justificar o no por parte de las empresas un incremento de productos.

   Dice Eriko que sus grandes aspiraciones profesionales pasan por el hecho de que su trabajo pueda seguir concretándose en acciones positivas para los ciudadanos. Ahora lo hace como secretario técnico del Gabinete de Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México. Su nueva ocupación es promover la Agenda de Desarrollo Sostenible, conocida como Agenda 2030, un plan de acción adopatdo por la Asamblea General de la ONU a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia.

SALTO A LA POLÍTICA

   Aparentemente Eriko siempre se ha mantenido en una segunda línea, sin ser una gran cara visible pero siempre en el entorno de la administración pública y la política. Por ello, al preguntarle si en algún momento ha pensado avanzar ese paso, llegar a la primera línea y presentarse para representar a los mexicanos, no lo descarta. "Todos somos entes políticos y tenemos un momento donde nuestra visión o experiencia pueden ser la plataforma de una propuesta política, pero también estoy convencido de que ese momento llega a partir de la propia coyuntura que nos toca vivir", sostiene.

   Por ello, aunque por el momento no le ha llegado esa coyuntura, cree que "en un futuro" puede venir esa oportunidad de participar como legislador, o de representar al estado de México en la Cámara Federal, o impulsar políticas de orden municipal. "Por supuesto que está en mi espectro y mis expectativas, pero no tengo una fecha concreta para ello", asegura el mexicano. Su vida la ha centrado en disminuir los indicadores de desigualdad. Esa es, por ahora, su única obsesión.