Actualizado 16/07/2009 04:17

ESCENARIOS-Diálogo Honduras podría decidir la crisis

SAN JOSE (Reuters/EP) - El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, invitó a las dos partes rivales en la crisis política hondureña a conversar en una nueva ronda de negociaciones, prevista para el sábado en San José.

El diálogo, que sigue a una infructuosa fase inicial la semana pasada, tratará de lograr avances tras el golpe de Estado del 28 de junio contra el presidente centroamericano Manuel Zelaya.

Sin embargo, parece más probable que el presidente interino Roberto Micheletti, instalado por el Congreso después del golpe, rechace el ultimátum que dio Zelaya para su inmediata restitución, pese a que persiste la presión internacional para que entregue el poder.

Un enfrentamiento de las partes, que llevaría a un colapso de las conversaciones, abriría la puerta a las iniciativas más arriesgadas, como un nuevo intento de Zelaya de volver a la fuerza o mayores protestas callejeras a su favor.

Esto avivaría más la tensión provocada por la crisis en Honduras y Centroamérica y en general en el hemisferio, donde el izquierdista presidente venezolano Hugo Chávez ha desafiado la influencia de Estados Unidos, apoyado en el petróleo y en políticas socialistas.

He aquí algunos escenarios sobre cómo podrían desempeñarse las conversaciones en Costa Rica:

EL ESTANCAMIENTO PERSISTE

Las conversaciones luchan por romper el estancamiento.

Tanto Zelaya, con el respaldo de una amplia parte del mundo que condena del golpe, como Micheletti mantienen posiciones aparentemente irreconciliables y ambos reclaman la legitimidad constitucional.

Zelaya, que dice que el golpe fue liderado por las élites que se le oponen, dio un ultimátum esta semana argumentando que la mediación habría fracasado si no se logra su restitución inmediata tras las negociaciones del sábado.

El derrocado presidente, respaldado por resoluciones de la Organización de Estados Americanos y la Asamblea General de las Naciones Unidas, dice que el único tema de las conversaciones debe ser su retorno al poder.

Micheletti dice que Zelaya fue removido del poder porque violó la Constitución al tratar de levantar los límites de mandatos presidenciales. Insiste que la vuelta de Zelaya al poder no está en la mesa de discusión.

Arias, Premio Nobel de la Paz, ha instado a las dos partes a ser pacientes y dar una oportunidad a las conversaciones para encontrar una solución negociada. Estados Unidos ha hecho un llamamiento similar.

Si Zelaya desistiera de su ultimátum podría haber nuevas conversaciones.

Si Micheletti se niega a devolver el poder, esto podría conducir a la comunidad internacional a ejercer más presión sobre su Gobierno a través de sanciones económicas o de visado.

FRACASA LA NEGOCIACION, AUMENTA LA TENSION

Dadas las posiciones enfrentadas y el ultimátum de Zelaya, hay una posibilidad de que las conversaciones fracasen.

Esto podría dar lugar a acciones más arriesgadas y las iniciativas unilaterales que podrían agravar la crisis.

Zelaya dijo que si su ultimátum no funcionaba podría tomar otras medidas, que no precisó.

Pero él ha dicho en repetidas ocasiones que tratará de volver a su país "cualquier día y a cualquier hora", una estrategia que provocó enfrentamientos y violencia, tal y como ocurrió cuando trató de aterrizar en Tegucigalpa el 5 de julio.

Las tropas de Honduras y de la policía impidieron el aterrizaje del avión venezolano y se enfrentaron con manifestantes en favor de Zelaya. Al menos una persona murió y hubo varios heridos por disparos de armas de fuego.

Aunque ha dicho que está comprometido con la no violencia, Zelaya ha llamado a la "insurrección popular" invocando a la Constitución.

Una estrategia de confrontación de Zelaya podría aumentar los temores de que el depuesto mandatario busque la ayuda y el apoyo de sus aliados de izquierda, como Venezuela, Nicaragua y Cuba, para ayudarle a volver al poder, ampliando así la crisis.

Chávez ha dicho que hará todo lo posible para lograr el regreso de Zelaya.

SE LOGRAN AVANCES O UN ACUERDO

Se podrían alcanzar posibles opciones de acuerdo que podrían superar el estancamiento, las que son consideradas como escasas y complejas.

Micheletti ha sostenido la posibilidad de una amnistía para Zelaya, si este regresa a Honduras y se presenta ante la justicia. Pero el mandatario derrocado desestimó la posibilidad, argumentando que no cometió delitos.

El Gobierno también ha propuesto adelantar las elecciones de noviembre, aunque ninguno de los dos, ni Zelaya ni Micheletti, iría a la presidencia.

La OEA, que suspendió Honduras después del golpe, ha dicho que no reconocerá los resultados de las elecciones celebradas bajo el Gobierno interino.

Un avance parece difícil, pero la esperanza de Arias es lograr que prevalezca el diálogo sobre el enfrentamiento.