Actualizado 27/06/2009 01:17

ESCENARIOS-Futuro de sector agrario argentino tras elecciones

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - La presidenta argentina, Cristina Fernández, podría perder el control del Congreso en los comicios legislativos del próximo domingo, lo que impulsaría reclamos de recortes fiscales a los granos y de una menor intervención estatal en los mercados del sector agrario.

El año pasado, una protesta de meses de los productores derrumbó la imagen positiva de la mandataria y afectó la marcha de la economía, pero desde entonces el sector apuesta al Congreso para ver concretados sus pedidos de reformas y varios dirigentes rurales son candidatos legislativos.

A continuación se desarrollan algunos posibles escenarios sobre cómo podría evolucionar la disputa entre los productores y el Gobierno tras las elecciones:

LOS PRODUCTORES GANAN TERRENO EN EL CONGRESO

Si el Gobierno pierde el control del Congreso, los agricultores probablemente logren mayor poder mediante alianzas con legisladores opositores que respalden sus demandas de una rebaja impositiva a las exportaciones y de nuevas políticas para impulsar la producción ganadera y lechera.

Sin embargo, esta mayor influencia parlamentaria no garantizaría cambios políticos concretos. Los analistas creen que Fernández podría frenar cualquier proyecto de ley en el Senado, donde no es claro que resigne su mayoría.

La elección de algunos importantes líderes rurales que se postularon a diputados nacionales le daría al sector una voz en el Congreso y podría facilitarle la formación de alianzas con otros bloques opositores.

Si sólo muy pocos o ningún candidato del sector es electo, los dirigentes agropecuarios tendrán que conformarse con ejercer presión sobre otros legisladores para obtener respuesta a sus demandas.

Una mayoría opositora en el Congreso permitiría revivir un proyecto para reducir los impuestos a las exportaciones de granos, como el que este año fue bloqueado por los aliados del Gobierno en el Parlamento.

GOBIERNO BUSCA RELANZAR DIALOGO CON SECTOR

Una pérdida significativa de apoyo en el Congreso podría debilitar al Gobierno y llevar a la presidenta Fernández a retomar las conversaciones con los dirigentes agrarios, aunque ella rechazó repetidamente la posibilidad de rebajar el impuesto a la exportación de soja, el mayor cultivo del país.

La tasa a las exportaciones de granos fue en los últimos años un recurso clave para la recaudación fiscal. Pero muchos economistas vaticinan que el gasto público se reducirá tras los comicios, lo que podría dejar margen al Gobierno para reducir al menos los impuestos al trigo y el maíz.

Algunos dirigentes agrarios podrían defender esta rebaja argumentando que las continuas alzas internacionales de la soja seguirán perjudicando al trigo y al maíz -como también a la carne-, cultivos a los que viene desplazando de la zona agrícola.

La inflación se redujo en los últimos meses debido a la desaceleración de la economía, aunque algunos analistas privados estiman que actualmente es cercana al 15 por ciento anual, lo que podría despejar el camino para que el Gobierno aligere las políticas antiinflacionarias que irritan a los productores.

GOBIERNO INCREMENTA INTERVENCION EN EL MERCADO

Algunos analistas dicen que tanto un resultado adverso como uno favorable para Fernández podría alentarla a expandir la intervención del Estado en la economía, y líderes del sector temen una mayor injerencia del Gobierno en el comercio a través de la creación de una junta o de una empresa estatal de granos.

Mientras la tercera economía de Sudamérica aminora su marcha, Fernández podría intentar reforzar las arcas del Estado, aunque es poco probable que intente repetir la controvertida alza de los impuestos a la exportación de soja que el año pasado despertó la feroz protesta rural.

CHACAREROS REANUDAN PROTESTAS

Una elección mejor a la esperada de los aliados del Gobierno sería una gran decepción para los productores rurales, que en los últimos meses disminuyeron el tono de sus protestas a la espera de una respuesta política a sus demandas.

La línea más dura de los chacareros podría realizar protestas en los próximos meses si ve que el Gobierno no cambia o que endurece su política para el sector. Sin embargo, este grupo se encontraría más aislado y en un segundo plano.

El enojo de los productores también sería avivado por caídas en los precios internacionales de las materias primas y una continuación de la sequía, que ya provocó fuertes pérdidas en la campaña 2008/09 y consumió campos enteros dedicados al pastoreo.

(Por Helen Popper; Editado en español por Maximilian Heath y Nicolás Misculin)