Publicado 13/01/2020 15:40

Eslovaquia.- Uno de los imputados por el asesinato de un periodista y su prometida en Eslovaquia se declara culpable

Eslovaquia.- Uno de los imputados por el asesinato de un periodista y su prometi
Eslovaquia.- Uno de los imputados por el asesinato de un periodista y su prometi - Michal Svítok/TASR/dpa

MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

Miroslaav Marcek, uno de los acusados en el marco del caso por el asesinato en 2018 del periodista de investigación Jan Kuciak y su prometida, Martina Kusnirova, se ha declarado culpable este lunes de los cargos presentados en su contra.

El acusado, que ha explicado que "no sabía que ella (Kusnirova) estaba detrás de la puerta" en el momento en que efectuó el disparo, ha explicado que en un primer momento, el empresario Marian Kocner, otro de los imputados, quería que Kuciak fuese secuestrado, una cuestión que fue descartada después.

En este sentido, ha hablado en detalle sobre el arma utilizada y cómo la modificó, según informaciones del diario local 'Dennik N'. Así, ha indicado que trató los cartuchos y la pólvora con absoluta delicadeza.

"Quiero disculparme con las víctimas por el daño que les hemos causado. Nada puede reemplazarlo", ha expresado Marcek, que ha indicado que "verlos en televisión y ver su dolor me hizo contar lo que sucedió". "Lo siento, pero no puedo deshacerlo", ha sostenido.

Según el acusado, que ha descrito cómo se produjo el asesinato del periodista, el "encargo" se realizó a finales de 2017.

Kocner, por su parte, se ha declarado culpable de los cargos presentados en su contra por posesión de armas, pero ha insistido en que no es culpable de los cargos de asesinato.

El asesinato de Kuciak y Kusnirova provocó manifestaciones masivas en el país en contra de la corrupción, que acabó con la dimisión del ex primer ministro Robert Fico y su ministro del Interior, Robert Kalinak, así como el jefe de la Policía, Tibor Gaspar.

Kuciak y Kusnirova fueron asesinados a tiros en su casa, situada a las afueras de la capital, Bratislava. Este hecho se produjo además cuatro meses después del asesinato en Malta de la periodista de investigación Daphne Caruana Galizia.

El caso está considerado como una prueba para la independencia del sistema judicial y policial eslovaco después de que la investigación mostrara la relación personal y empresarial entre Kocner y diversos funcionarios de seguridad.