Actualizado 25/02/2013 18:28

España evita el establecimiento de una banda de colombianos preparada para cometer asesinatos

La Policía española celebra la desarticulación de "una sucursal de los cárteles de la droga"


MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional ha detenido a siete integrantes de una banda de sicarios colombianos preparada para cometer asesinatos selectivos relacionados con el narcotráfico en el marco de la 'operación Aquiles' con la que se ha logrado evitar "el establecimiento en España de una sucursal de los cárteles de la droga colombiana".

Así lo ha explicado el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, en una rueda de prensa junto con el director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó, y los mandos policiales responsables del operativo en una rueda de prensa ofrecida en el complejo policial de Canillas de Madrid.

El 'número dos' de Interior ha explicado que su objetivo era realizar ajustes de cuentas derivados del impago de las deudas del narcotráfico para lo que contemplaban secuestros, amenazas, lesiones y homicidios. Según el jefe de la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (UDYCO), Eloy Quirós, esta banda no había llegado a hacer ningún asesinato aunque sí un secuestro de un día y amenazas. Las víctimas son un ciudadano español y un colombiano que no han querido denunciar los hechos por miedo a las posible represalias de los narcos, pero que el juez imputará a la banda al haber quedado acreditados.

Estos sicarios tenían el encargo de cobrar una deuda derivada del narcotráfico a un ciudadano español. El objetivo, que había cumplido condena por delitos de tráfico de drogas, se hallaba en régimen abierto en un centro penitenciario de Madrid. Ante la negativa a pagar, los sicarios localizaron a la hermana para realizar el cobro sobre ella. Llegaron incluso a manifestar que, en caso de no pagar, atentarían también contra el propio deudor, a lo que se referían eufemísticamente como "enviarle flores".

YA HABÍAN RECIBIDO UN ARSENAL DE ARMAS

Tras 16 meses de investigaciones, la operación --llevada a cabo por los Grupos de Operaciones Especiales (GEO) de la Policía-- se ha desencadenado después de que los sicarios colombianos recibiesen un arsenal de armas. Consistía en una furgoneta de alquiler que transportaba un lanzagranadas antitanque, detonadores, cinco fusiles y pistolas con silenciador, un rifle con mira telescópica, un revólver y dos escopetas, uniformes de Policía, lanzadestellos, así como una sustancia compacta que está siendo analizada para determinar si se trata de material explosivo.

Entre los detenidos de este grupo integrado por en algunos casos personas provenientes de las Autodefensas Unidas de Colombia se encuentra el cabecilla del grupo, S.G.Q., alias 'El conejo', y su lugarteniente conocido con el aliar de 'El monstruo', sobre quien pesaba una orden internacional de detención dictada por Colombia por asesinato.

El grupo contaba con un bar en la localidad de Leganés (Madrid) que utilizaban como tapadera para el desarrollo de sus actividades y como punto de encuentro de los integrantes de la banda. Allí también acudían miembros de otras organizaciones criminales interesados en realizar un ajuste de cuentas, trabajo por el que se embolsaban hasta el 50 por ciento de la cantidad adeudada.

En la actualidad, 'El conejo' se encontraba inmerso en una guerra en Colombia contra otra banda, responsable del asesinato de su hermano y su sobrino. Desde Madrid daba instrucciones a las personas pertenecientes a su organización criminal en Colombia, para que realizaran labores de inteligencia y vigilancia sobre personas vinculadas con el grupo rival.

Llegó incluso a ordenar el asesinato de una ciudadana colombiana en Santiago de Cali y el ametrallamiento de la vivienda de un narcotraficante por una deuda de drogas, por lo que los investigadores españoles contactaron con las autoridades colombianas para proceder al esclarecimiento de estos hechos.

ALIANZA CON UN CÁRTEL MEXICANO

Otra de las funciones de los sicarios detenidos era alimentar la incipiente alianza con un supuesto integrante de un cártel mexicano, a quien entregarían diversas armas de fuego que recibirían en breve para cometer varios ajustes de cuentas, principalmente en la provincia de Valencia. También se investiga su posible relación con una banda de Europa del Este que podría haber sido la que les proporcionó el arsenal, según ha declarado Quirós.

No trabajaban sobre una lista de objetivos preestablecida sino que esperaban una llamada desde Colombia para actuar. La Policía ha contado para esta operación con la colaboración de la DEA de EE.UU y la Policía Colombiana.

El director general de la Policía Ignacio Cosidó se ha felicitado por esta operación y ha destacado que España es "cada vez un país más hostil" para este tipo de mafias. En ese sentido ha dicho que en el año 2012 descendió el número de grupos dedicados al crimen organizado detectados por la Policía mientras que se incrementó la cifra de mafias desarticuladas.