Actualizado 26/11/2006 16:55

España/Cuba.- Jiménez viajará a Cuba en febrero en la visita española de mayor nivel desde la enfermedad de Fidel Castro

La secretaria de Estado indicó esta semana que en el país caribeño se debería iniciar "un proceso de cambio"


MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, tiene previsto viajar a Cuba el próximo mes de febrero para entrevistarse con las autoridades cubanas en un desplazamiento que se enmarca dentro de su objetivo de visitar todos los países iberoamericanos tras asumir su cargo a principio del mes de septiembre, según informaron fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores a Europa Press.

Jiménez se reunirá con responsables del Gobierno cubano en lo que supondrá la visita española de mayor nivel desde la enfermedad del presidente de la isla, Fidel Castro, a finales de julio y la cesión temporal de sus poderes presidenciales en su hermano y ministro de Defensa, Raúl Castro. Si bien el secretario de Estado de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, estuvo en septiembre en La Habana durante la Cumbre de Países No Alineados, en aquella ocasión no mantuvo contactos con responsables del Ejecutivo cubano y sí con algunos disidentes de la oposición.

Las citadas fuentes expresaron su certeza de que también en este viaje a Cuba, la secretaria de Estado para Iberoamérica tendrá algún encuentro con miembros de la oposición interna. Jiménez afirmó el pasado viernes que Cuba es un país donde "evidentemente en este momento, se debería iniciar un proceso de cambio", al tiempo que subrayó la voluntad del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de "favorecer el mismo" cuando se inicie.

"Cuba es un país donde evidentemente en este momento se debería iniciar un proceso de cambio, que queremos que se haga desde la máxima tranquilidad, respeto y colaboración por parte de España y América Latina", afirmó Jiménez en un desayuno informativo.

"Tenemos que esperar a que ese proceso de cambio se pueda iniciar (...) todo ello desde la base de un diálogo respetuoso, continuado y permanente, aunque sea crítico en muchas cosas", añadió la secretaria de Estado. A preguntas de los periodistas, Jiménez dijo que no cree necesario hacer "correcciones" a la política exterior del Gobierno respecto a Cuba ya que, según destacó, está basada en el principio básico de mantener una relación fluida y permanente "con todos" los países.

"Pero eso no significa que coincidamos de forma permanente y constante con todos los países. Nuestra responsabilidad es mantener una interlocución. Es lo que hizo el Gobierno cuando quiso cambiar algunas de las cosas que dejó el señor Aznar de herencia", concluyó.

A finales de octubre, Jiménez hizo hincapié en que cualquier intento de cambiar el rumbo o el ritmo desde fuera "podría provocar problemas que, desde luego, el gobierno español nunca quisiera que se produjeran". A su juicio, ha quedado ya "bastante demostrado" que las injerencias externas "no conducen a nada". Dicho esto, precisó que España podrá estar al lado de Cuba en el futuro si así se lo solicitan.

LA VOZ MÁS CRÍTICA DENTRO DEL PSOE

La actual secretaria de Estado ha sido la voz más crítica dentro del PSOE en los últimos años sobre la política del régimen cubano. Fidel Castro se refirió a finales de diciembre de 2005, sin mencionar su nombre, a unas declaraciones de la secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, quien instó previamente al Gobierno de La Habana a poner fin a los "actos de repudio" ejercidos por simpatizantes del régimen cubano contra el disidente socialdemócrata Manuel Cuesta Morúa.

El presidente cubano habló de "una que se autotitula funcionaria de un partido que dice que es socialista o socialdemócrata". "No quiero mencionar nombres de partido, pero que sepan muy bien que estamos con ojo avizor y con una buena colección de datos en la mochila", advirtió.

Castro criticó a "esa Europa rematadamente hipócrita" y se refirió sarcásticamente a "esos países que avanzan hacia la democracia muy velozmente, procedentes del 'horrible' campo socialista, y que no sabíamos que tenían centros de tortura organizados por Estados Unidos". "Son satélites, supersatélites corrompidos y mercanchifleados", denunció el líder cubano.