Actualizado 23/04/2015 13:12

Estudio revela que un choque entre planetas podría haber propiciado la vida en la Tierra

La Tierra
Foto: WIKIPEDIA

MADRID, 23 Abr. (Notimérica) -

   Un nuevo estudio realizado por la Universidad de Oxford ha revelado que una enorme colisión entre un planeta semejante a Mercurio y la Tierra pudo haber ocurrido hace miles de millones de años, generando así las condiciones planetarias que favorecieron la vida en dicho asteroide.

   Pertenecientes al departamento de Ciencias de la Tierra, el doctor Anke Wohlers y Bernard Wood han realizado un análisis de los elementos que forman la corteza y manto terrestres y que ha sido publicado en la revista especializada 'Nature'.

   A través de dicho estudio, ambos especialistas podrían atribuir el calentamiento del núcleo de la Tierra a la citada colisión que tuvo nuestro planeta, impulsando el movimiento de hierro fundido en el centro del mismo que genera el escudo magnético que protege la Tierra de la radiación cósmica.

   Un núcleo rico en azufre, favoreció que se produjeran uranio y torio radiactivos, de manera que se generó el calor necesario para impulsar las corrientes de convección de hierro fundido que crearon el campo magnético de la Tierra, según han señalado los científicos en el diario 'La Jornada'.

   Wohlers y Wood reseñaron en su informe que la corteza y el manto de la Tierra contienen una proporción mayor de samario a neodimio (técnica para datar meteoritos) que la que se observa en los meteoritos, lo que significa que estos metales conocidos como tierras raras son mucho más antiguos de lo que cabría esperar.

   Entre las posibilidades que baraja el estudio, una de ellas sostiene que un objeto semejante al planeta Mercurio podría haberse incorporado a la Tierra tras una gigante colisión. La riqueza del azufre de Mercurio podría haber propiciado un proceso químico que condujo al equilibrio entre samario y neodimio que se observa en la actualidad.

   Asimismo, la colisión y la adición de azufre en una era temprana habrían generado la fuente de calor que impulsa el geodínamo encargado de crear el campo magnético del planeta, que lo protege de la radiación cósmica y permite que el agua líquida y la vida existan en la superficie.