Publicado 12/11/2020 20:31

Etiopía.- Amnistía Internacional denuncia una matanza de "un gran número" de civiles en la región de Tigray

Un mercado en Etiopía
Un mercado en Etiopía - Maro Kouri - Archivo

La ONG señala que "probablemente cientos" de civiles fueron asesinados con armas blancas

Testigos apuntan a la responsabilidad del TPLF tras una derrota militar en la zona

MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Amnistía Internacional ha denunciado este jueves la masacre "de un gran número de civiles", que podría ser de "cientos", durante la noche del lunes en una localidad situada en la región etíope de Tigray, escenario de una ofensiva del Ejército contra el Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF).

"Hemos confirmado la masacre de un número muy grande de civiles, que parecen ser jornaleros no implicados de ninguna forma en la ofensiva militar", ha dicho el director de la ONG para África oriental y meridional, Deprose Muchena, quien ha destacado que "es una tragedia horrible cuyo verdadero alcance se conocerá con el tiempo, dado que las comunicaciones en Tigray están cortadas".

La matanza tuvo lugar en la localidad de Mai Kadra, en la región suroeste de Tigray, según fotografías y vídeos analizados por Amnistía Internacional. Testigos citados por la ONG han indicado que la matanza habría sido cometida por personas alineadas con el TPLF tras una derrota militar.

En este sentido, los testigos han relatado que los militares hallaron los cuerpos tras llegar a la localidad y han agregado que la mayoría de los cadáveres estaban ubicados en el centro de Mai Kadra, cerca del Banco Comercial de Etiopía y en una carretera que conecta con la cercana localidad de Humera.

Asimismo, han señalado que los cuerpos presentan heridas presuntamente provocadas por cuchillos y machetes. "Los heridos me dijeron que fueron atacados con machetes, hachas y cuchillos", ha dicho un testigo, quien ha agregado que "es horrible y estoy muy triste por haber tenido que presenciar esto".

Tres personas contactadas por Amnistía Internacional han resaltado que los supervivientes han apuntado a miembros de las fuerzas especiales de la Policía de Tigray y otros miembros del TPLF --que gobierna en la región-- como responsables.

"Hubo una operación militar del Ejército y las fuerzas especiales de Amhara contra la Policía de Tigray y una milicia en un lugar llamado Lugdi a primera hora del 9 de noviembre. Tras derrotar a las fuerzas de Tigray, el Ejército pasó la noche en los alrededores de Mai Kadra", ha indicado un civil que volvió a la ciudad junto a las tropas gubernamentales.

"Cuando entramos vimos muchos cuerpos, empapados en sangre, en las calles y en alojamientos para jornaleros. Las imágenes fueron truculentas y aún estoy impresionado e intentando asumir la experiencia", ha añadido, según Amnistía Internacional.

En esta línea se ha expresado otro testigo, que ha asegurado que "no hubo intercambio de fuego para que el Ejército tomara la ciudad". Cuando entramos, lo que vimos fue devastador. Las calles estaban llenas de cadáveres", ha manifestado.

INVESTIGACIÓN "INMEDIATA"

Por ello, Muchena ha subrayado que "el Gobierno debe restaurar las comunicaciones en Tigray como un acto de rendición de cuentas y transparencia para sus operaciones militares en la región" y ha pedido una investigación "inmediata, exhaustiva, imparcial y efectiva".

Asimismo, ha resaltado que "los comandantes y oficiales del TPLF deben dejar claro a sus fuerzas y sus seguidores que los ataques deliberados contra civiles están absolutamente prohibidos y constituyen crímenes de guerra".

"Todas las partes en conflicto en Tigray deben garantizar un respeto total al Derecho Humanitario en sus operaciones. La seguridad y la protección de los civiles debe ser prioritaria", ha argumentado.

Muchena ha destacado además que debe garantizar "un acceso sin restricciones a las organizaciones humanitarias y los observadores de Derechos Humanos". "Amnistía seguirá usando todos los medios disponibles para documentar y desvelar violaciones por parte de todas las partes en conflicto", ha añadido.

Por otra parte, la agencia de noticias AMMA, vinculada al gobierno de la región de Amhara, ha hablado de alrededor de 500 víctimas, fundamentalmente residentes de la ciudad que no pertenecen a la comunidad tigray. Un hombre que está ayudando a retirar los cuerpos ha asegurado que la mayoría de las víctimas son amhara.

El Gobierno etíope ha acusado en varias ocasiones al TPLF de participar en ataques contra la comunidad amhara, incluida la matanza de decenas de civiles en la región de Oromía días antes del inicio de la ofensiva en Tigray. Adís Abeba apuntó además al grupo rebelde Frente de Liberación Oromo (OLF-Shane).

Supervivientes de la matanza en Gaua Qanka relataron que miembros de la comunidad amhara fueron ejecutados después de que las fuerzas de seguridad se retiraran de la zona. En este caso, Amnistía elevó a 54 los muertos.

ACUSACIONES DE ABIY

El informe de Amnistía Internacional ha sido publicado horas después de que el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, anunciara la liberación de la parte occidental de la región de Tigray y denunciara el hallazgo de soldados ejecutados "atados de pies y manos" por parte de las fuerzas del TPLF.

"Cuando el Ejército liberó Shiraro, en el oeste de Tigray, descubrió los cadáveres de soldados que habían sido asesinados por las fuerzas (del TPLF) con las manos y los pies atados", ha señalado en un mensaje publicado en su Twitter y recogido por los medios oficiales. "Este acto brutal es desgarrador", ha subrayado.

Así, ha vaticinado que "este será el fin de la junta", como se refiere a las autoridades de Tigray, al tiempo que ha subrayado que las fuerzas gubernamentales deben "darse prisa en rescatar a los supervivientes para poder exponer ante el mundo las atrocidades cometidas por la junta".

Por último, ha informado en que el Ejército ya está brindando asistencia y atendiendo las necesidades de la población en la zona liberada en el oeste de Tigray.

Abiy anunció el pasado 5 de noviembre el inicio de una operación en Tigray en respuesta al ataque perpetrado por el TPLF contra una importante base del Ejército. Desde entonces, se han producido bombardeos aéreos contra posiciones del grupo en el marco de la ofensiva, durante la que han muerto al menos 550 combatientes leales al TPLF.

El primer ministro afirmó recientemente que la campaña militar avanza según lo previsto y estará completada en breve y descartó cualquier negociación con el TPLF antes de cumplir con el objetivo fijado de desarmar a la "junta criminal" que gobierna Tigray e instaurar una "administración legítima" en la región.

TENSIONES CON EL TPLF

La escalada ha sido la culminación de un pulso que comenzó con la llegada al poder de Abiy en abril de 2018, como primer oromo jefe de Gobierno. El TPLF fue el partido fuerte dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), una alianza sustentada en las etnias, hasta la llegada de Abiy.

Apartado del poder, el TPLF ha visto en las reformas acometidas por Abiy, en particular las relativas a abusos de Derechos Humanos y de reconciliación con grupos armados entre otros, como una 'caza de brujas' contra sus dirigentes, los cuales se vieron en muchos casos apartados de los cargos que ocupaban.

La ruptura definitiva la marcó la creación del Partido de la Prosperidad a finales de 2019 por parte de Abiy para dejar atrás al EPRDF. Todos los partidos que integraban la alianza gobernante, y algunos más en su órbita, se sumaron a la nueva formación, con la excepción del TPLF, lo que también dejó al partido al margen de la toma de decisiones en el Gobierno federal.

Así las cosas, el TPLF siguió adelante con el plan de celebrar elecciones en Tigray en septiembre pese a que la comisión electoral había decidido el aplazamiento de las generales al próximo año por la pandemia y a las presiones del Gobierno para que no siguiera adelante con sus planes. Posteriormente, anunció que no reconocía al Gobierno central.