MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed, ha hecho este jueves un llamamiento contra la discriminación con motivo de la nacionalidad en medio de las denuncias sobre un incremento de los ataques contra extranjeros a causa de la pandemia de coronavirus.
"Es importante saber que el virus no está asociado con ningún otro país y nacionalidad. Todo el mundo está expuesto al virus", ha indicado Abiy, en una serie de mensajes en la cuenta oficial de su oficina en Twitter.
"Nuestros esfuerzos de prevención contra el virus no deben ser una restricción a nuestra humanidad y compasión", ha señalado, antes de abogar por "no permitir al miedo a la enfermedad que robe la humanidad" de los etíopes.
Durante la jornada del miércoles, el Departamento de Estado estadounidense indicó en una alerta de viaje que la Embajada del país en Adís Abeba "sigue recibiendo informes sobre un aumento del sentimiento contra los extranjeros en torno al anuncio de los casos de coronavirus en Etiopía".
"Los comentarios despectivos típicos dirigidos contra extranjeros, los términos 'China' y 'ferengi' (extranjero), han sido seguidos de la palabra 'corona'", agregó, antes de denunciar "incidentes de acoso y agresiones directamente relacionados con el coronavirus" en Adís Abeba y otras ciudades.
En este sentido, manifestó que "los informes indican que extranjeros han sido atacados con piedras, se les han negado servicios de transporte, han recibido escupitajos, han sido perseguidos a pie y acusados de ser portadores del coronavirus".
Las autoridades etíopes han confirmado hasta la fecha un total de seis casos, sin que se hayan registrado fallecimientos en el país africano a causa del virus.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido a los países africanos que "despierten" ante la amenaza que supone el coronavirus y "se preparen para lo peor".
El propio Tedros informó el 11 de marzo de que, tras los elevados casos de contagio del nuevo coronavirus, se ha pasado a calificar de pandemia el brote, que ha dejado ya más de 9.300 muertos y cerca de 230.000 contagiados a nivel mundial.