Actualizado 21/03/2016 09:50

El expresidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso aboga por un juicio político a Rousseff

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
ADRIANO MACHADO / REUTERS

BRASILIA, 21 Mar. (Reuters/EP) -

   El expresidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso ha defendido este domingo que un juicio político a la actual mandataria, Dilma Rousseff, es la única salida para salir de la grave crisis política y económica que vive el país.

   "Llegué a defender que (Rousseff) tuviera un gesto de grandeza y renunciara. Yo siempre procuré tener una actitud serena respecto a esos procesos políticos y especialmente en relación a la presidenta", ha dicho.

   "Pero con la incapacidad que se aprecia hoy para que el Gobierno funcione (...) considero que ahora el camino es el juicio político", ha agregado Cardoso, miembro del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).

   Así, ha afirmado que este proceso es un camino "doloroso" pero necesario, añadiendo que si se concreta la destitución de Rousseff, el PSDB debería intentar participar de un nuevo Gobierno que fuera dirigido por el actual vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB).

   "El PSDB debería preguntarle al presidente lo que va a hacer con el país. Si estuviera de acuerdo, debería darle su apoyo. No necesariamente eso significa un ministerio. Ir más allá de eso es especular", ha remachado.

   Después de meses de incertidumbre, el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, anunció el viernes la apertura de este juicio, un día después de adelantar su deseo de "acelerar" el proceso de destitución de la jefa de Estado.

   Rousseff tiene diez sesiones para defender su inocencia y la comisión especial otras cinco para elaborar un informe con su posición final, que someterá al pleno de la Cámara de Diputados, donde 342 de los 513 legisladores tendrán que apoyar el 'impeachnment' para que prospere.

   Si la Cámara Baja se pronuncia a favor del juicio político, el proceso pasa al Senado, que con mayoría simple --al menos 41 de los 81 legisladores-- podrá ratificar la decisión de los diputados abriendo así el 'impeachment'.

   En este caso, Rousseff quedaría cesada temporalmente y Temer asumiría el cargo. Si, tras una investigación de un máximo de 180 días, dos tercios de los senadores (54) respaldan la destitución, ésta será definitiva.