BOGOTÁ, 2 Ene. (Notimérica) -
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han celebrado su primer fin de año tras la firma del acuerdo del paz. En el campamento del Frente 34 de las FARC en Vegáez, en el departamento de Antioquia (Colombia), han recibido el nuevo año con visitas de la familia, rodeados de comida y bebida.
Este es el caso de Johana Martínez y Fabio Griñón, guerrilleros de las FARC que recibieron la visita de su hijo de 12 años, al que hacía dos años que no veían. "Estamos felices por tenerlo a nuestro lado. Que él sienta que todavía tiene a sus padres y están vivos y que podemos compartir con él", ha afirmado Griñón, según informa 'El Espectador'.
En este campamento, ubicado en un lugar remoto de la selva de la región de Urabá, unos 130 miembros de la guerrilla se preparan para la entrega definitiva de las armas, algo que deberán llevar a cabo durante los próximos seis meses en veinte zonas habilitadas por todo el país, bajo la supervisión de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Pedro, el comandante del Frente 34, ha afirmado que se encuentran en un momento de "preagrupamiento temporal", tras más de 50 años de lucha armada. Ha añadido que el objetivo de las FARC sigue siendo "la paz con justicia social" pero que en este momento deben centrar sus esfuerzos en la implementación definitiva del acuerdo de paz firmado con el Gobierno colombiano, tras cuatro años de duras negociaciones.
Para celebrar el año nuevo, un 2017 que las FARC esperan con incertidumbre, aunque también ilusión, en este asentamiento de Antioquia ha habido música y diferentes platos navideños propios de país, como asado, natillas y buñuelos, todo ello acompañado de cerveza.
Muchos de los familiares de los guerrilleros se han acercado al campamento para la celebración. Sandra Montoya, perteneciente a las FARC, ha declarado que le gusta "la integración que hay en estos momentos con la población civil". Al igual que Sandra, Cristina, otra guerrillera, afirma que lo mejor de 2016 fue el proceso de paz.
Aunque no todo es optimismo. También existe entre los guerrilleros un temor latente sobre lo que ocurrirá tras la puesta en práctica del acuerdo. "En 2017 espero que se consolide y se llegue a la implementación (...) con un feliz término, que cumplan con lo acordado y no nos vayan a engañar y más adelante empiecen a matar a nuestros líderes", ha agregado Cristina, poniendo de manifiesto el incremento de los asesinatos de líderes revolucionarios durante los últimos meses. "Sentimos temor pero estamos optimistas de que todo va a salir bien", ha finalizado la guerrillera.