Actualizado 07/02/2012 17:33

Las FARC niegan que hayan emprendido una "campaña terrorista"

BOGOTÁ, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) negaron que hayan emprendido una "campaña terrorista" contra la población, tal y como lo ha asegurado el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, a quien critican por "llorar de alegría" cada vez que son abatidos rebeldes en combates con el Ejército.

   "Es absolutamente falso que las FARC-EP hayamos emprendido algún tipo de campaña terrorista. Nada más lejano de nuestras convicciones que las acciones indiscriminadas contra la población civil", señala la guerrilla en un nuevo comunicado divulgado este martes en su página de Internet.

   En el texto, las FARC sólo se refieren al ataque a un grupo de uniformados ocurrido a finales de enero en el cerro de Santa Ana, en la localidad de El Tambo ubicada en el departamento de Cauca (suroeste), donde falleció un jefe de la Policía municipal, y no mencionan los tres atentados ocurridos en Cauca y Nariño en los que murieron al menos 17 personas.

   El Gobierno de Santos atribuye estos tres últimos atentados con vehículos bomba a una posible alianza de las FARC y las bandas criminales --conocidas como 'bacrim'-- pero hasta la fechan ningún grupo subversivo se ha pronunciado para confirmar su autoría.

   Aún sin mencionar estos incidentes, las FARC acusan a las autoridades y a los medios locales de "desvirtuar la naturaleza política y social" de su lucha armada "ante un pueblo que sufre las graves consecuencias de las políticas económicas, sociales y militares" del actual Ejecutivo.

   "Nuestros únicos objetivos militares son las fuerzas armadas del Estado colombiano y las bandas criminales a su servicio. Ellas tienen a su cargo la guerra y son por tanto nuestro blanco", aclara el Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC.

   Los rebeldes repudian de esta manera "el grado desproporcionado de violencia y horror que hace llorar de alegría a Santos cuando produce la muerte de revolucionarios y demócratas", reacción que "no merece ningún tipo de respuesta por parte del pueblo indignado".

   La actual "guerra" puede ser "regularizada" mediante el intercambio de prisioneros por secuestrados en poder de esa guerrilla, propuesta que ha sido rechazada tanto por el actual gobierno como por su antecesor, el exmandatario Álvaro Uribe (2002-2010).

   Por último, los rebeldes abogan por una "salida dialogada, política, sin imposiciones arrogantes, que atienda a la solución de las causas originarias del conflicto". "Con amenazas y calumnias no vamos a ninguna parte", advierten.