MANILA, 5 Sep. (DPA/EP) -
La Policía de Filipinas ha desplegado este jueves equipos para localizar a más de 1.700 convictos liberados antes de finalizar su condena por buena conducta, después de que el presidente del país, Rodrigo Duterte, ordenara que se entreguen por considerar que fueron liberados por irregularidades relacionadas con corrupción.
El responsable del Departamento de Prisiones ha sido cesado porque desobedeció la orden presidencial de detener el proceso de liberación de presos en aplicación de la ley de reducción de condenas por buena conducta, que beneficia a varios convictos de perfil alto.
El jefe de la Policía Nacional, Oscar Albayalde, ha informado de que los convictos liberados tendrán 15 días para entregarse tras el anuncio del presidente el miércoles. "Serán tratados como fugitivos si no se rinden", ha declarado. "Como fugitivos de la justicia, estos convictos podrían ser arrestados", ha añadido.
La Policía, el Departamento de Prisiones y el Departamento de Justicia se coordinan para conseguir la lista exacta de nombres y direcciones de los convictos liberados, según el portavoz de la Policía Nacional, Bernard Banac.
La controversia comenzó a principios de agosto cuando los medios anunciaron que un exalcalde condenado por violar y matar a dos personas en 1993 podría ser liberado gracias a la ley de reducción de condena por buena conducta. Otros tres hombres condenados por violar y matar a dos hermanas en 1997 fueron liberados cuando su condena fue reducida.