QUITO, 5 Feb. (Notimérica) -
Este domingo 4 de febrero se realizó el referéndum y consulta popular en Ecuador, en el que los ciudadanos tuvieron que votar entre varios temas planteados por el presidente ecuatoriano Lenín Moreno. La victoria del 'Sí' en todas las preguntas, lo que implica --entre otras cosas-- que el expresidente Rafael Correa no pueda volver a lanzarse a la presidencia del país, lo que para muchos representa el fin político del exmandatario.
Correa gobernó Ecuador durante 10 años, desde el 15 de enero de 2007 hasta el 24 de mayo de 2017, siendo el presidente con más tiempo en el poder de forma consecutiva. Y esta podría haber sido su última vez en el cargo.
La consulta popular constaba de siete preguntas, pero en la número dos se planteaba que si alguien que ya fue reelegido por una vez en el cargo no pueda volver a presentarse. Asimismo, el Gobierno ecuatoriano logró que se reestructure el organismo que designa a las autoridades de control estatal, gracias al 'Sí' de la pregunta tres.
¿ES EL FIN POLÍTICO DE CORREA?
En un movimiento oficialista (Alianza PAIS) dividido en dos bandos, el paso de los organismos de control --incluyendo contraloría y procuraduría-- al lado de Correa o al lado de Moreno supondría un duro golpe político para el otro.
Como se recuerda, durante la jornada electoral, los correístas que buscan formar un nuevo movimiento bajo el nombre de Revolución Ciudadana, indicaron que si el 'No' superaba el 30% se postularían a la presidencia. Este 30% sería un porcentaje que ellos dan como asegurados, es decir, de sus fieles seguidores.
Con el 90% de los votos escrutados, el 'No' no supera ese 30%, al menos en las preguntas uno y cuatro, que inhabilitaba permanente de la política a los condenados por corrupción y la no prescripción de los delitos sexuales contra menores y adolescentes. Sin embargo, en las otras cinco preguntas, sí superó la cifra propuesta por los correístas, con un 35%.
El "No" parece tener un solo padre: Rafael Correa. Y pese a que el referéndum ha dejado inhabilitado al exmandatario para competir en la presidencia y también podría abrirse procesos en su contra cuando cambien los organismos de control, los medios de comunicación no consideran que esté muerto políticamente.
Dos factores pueden conspirar contra un resurgir del correísmo: la incapacidad del expresidente para encontrar un sucesor (algo que queda demostrado en su actual pelea con Moreno y que hoy se vuelve vital al quedar inhabilitado para competir por la presidencia) y las posibles causas judiciales que podrían abrirse en su contra cuando cambien los organismos de control en el país.
Por el momento la suerte se está decantando del lado de Moreno, que con el tiempo los ecuatorianos decidirán si mantienen esa suerte en el actual presidente o deciden cambiar por la vuelta de un Correa que se encuentra aislado pero resurgiendo desde las profundidades.