Actualizado 07/08/2009 05:54

Fogatas recuerdan guerra georgiana, tensiones aumentan a un año

Por Matt Robinson

TIFLIS, Georgia (Reuters/EP) - Fogatas encendidas durante la noche en Georgia conmemoraron el primer año tras la guerra de cinco días con Rusia por la separatista región de Osetia del Sur.

Georgia, partidaria de Occidente, lanzó una ofensiva sobre Osetia del Sur el 7 de agosto tras días de enfrentamientos con los separatistas y años de creciente tensión con Moscú, generando un devastador contraataque ruso que terminó el 12 de agosto.

La guerra causó la muerte de al menos 390 civiles y el desplazamiento de cerca de 190.000 personas. Un año más tarde, un frustrado pacto de cese al fuego y tiroteos esporádicos mantienen vivo el riesgo de renovadas hostilidades.

Fogatas permanecieron encendidas durante la media noche en la capital georgiana y otras ciudades para marcar la primera en una serie de ceremonias el viernes en el país del sur del Cáucaso y en la rebelde Osetia del Sur.

Diferentes versiones de la guerra persisten.

Rusia y Osetia del Sur culpan a la "agresión" del presidente georgiano Mikheil Saakashvili y su equipo entrenado y equipado por Estados Unidos y afirman que ellos lucharon para defender a las fuerzas de paz rusas y a civiles que tenían pasaportes rusos.

Por su parte los georgianos dicen que fue una invasión planeada por años por su gigantesco vecino del norte y ex jefe soviético, en castigo por volverse hacia Occidente y buscar la membresía de la OTAN.

La guerra estremeció la confianza de Occidente en las rutas de petróleo y gas que atraviesan Georgia y que bordea Osetia del Sur, región que al igual la rebelde Abjasia se desentendió del Gobierno georgiano a principios de la década de 1990, con el colapso de la Unión Soviética.

Georgianos planean realizar una "cadena humana" en la bombardeada ciudad de Gori, mientras que residentes de Osetia del Sur realizarán una vigilia a la luz de las velas en la capital rebelde, Tskhinvali.

Diplomáticos afirman que el ataque del 7 de agosto fue un gran error de juicio por parte de Georgia. Concentrados en el Norte del Cáucaso tras los anuales ejercicios militares, los tanques rusos rápidamente avanzaron a la frontera para encontrarse con el Ejército georgiano. Aviones bombardearon desde los azules cielos de verano.

"Fue horrible", recuerda Zaira Sanakoyeva, residente de Tskhinvali. "Tras cualquier bombardeo o guerra, es esencial alcanzar un acuerdo y sin una guerra probablemente probablemente lo logremos, espero", agregó.

La ofensiva de Georgia incluyó un bombardeo indiscriminado de Tskhinvali, expresaron grupos de derechos, y fue seguida por milicias en el avance ruso, que saquearon y quemaron pueblos georgianos étnicos. Cerca de 30.000 personas, principalmente

georgianos étnicos, permanecen desplazados.

Occidente condenó el contra ataque ruso y lo calificó como "desproporcionado. El presidente francés Nicolas Sarkozy insistió para asegurar un cese al fuego en nombre de la Unión Europea.

Rusia reconoció a Osetia del Sur y Abjasia como Estados independientes respaldados por miles de soldados rusos, a pesar de que el cese al fuego requería que todas las partes retrocedieran a sus posiciones previas a la guerra.

Hoy la policía georgiana mantiene posiciones tras sacos de arena a pocos cientos de metros de Tskhinvali, mientras que los soldados rusos permanecen a 50 kilómetros de Tiflis como su punto más cercano.

Rusia, argumentando el caso de soberanía para Osetia del Sur y Abjasia, ha bloqueado la continuación de las misiones se observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y Naciones Unidas.

La Unión Europea está sola con 240 observadores desplegados tras la guerra, a quienes se les niega acceso a cualquiera de las regiones rebeldes.