Por Zhou Xin y Alan Wheatley
PEKIN (Reuters/EP) - El ritmo del declive de las importaciones de China se moderó considerablemente el mes pasado, ya que el masivo plan de gasto en infraestructura del Gobierno implicó una gran absorción de materias primas y otros productos del resto del mundo.
En junio, las importaciones fueron el 13,2 por ciento más bajas que hace un año, comparado con las proyecciones de una disminución de 20,4 por ciento y una caída de 25,2 por ciento en mayo, dijo el viernes la Administración General de Aduanas.
Como resultado, el superávit comercial de China se contrajo a 8.250 millones de dólares, mínimo desde febrero y bastante debajo de las proyecciones, de 15.200 millones de dólares.
"Es una nueva evidencia de que la demanda doméstica se ha reactivado", dijo David Cohen de Action Economics en Singapur. "Es un indicio más del renovado impulso de la economía china".
Fue el desempeño más fuerte que registran las importaciones desde noviembre y reforzó la opinión de que China lidera a otras economías grandes en la salida del profundo declive provocado por la crisis financiera global.
Las exportaciones se desplomaron el 21,4 por ciento, cerca de lo previsto, y una mejora desde la baja de 26,4 por ciento en mayo.
"Las importaciones se desempeñaron mejor que las exportaciones y esta tendencia probablemente continúe en los próximos meses", dijo Zhang Zongxin, economista de Northeast Securities en Shanghái.
"La inversión doméstica de China está muy fuerte ahora, favorecida por el enorme crédito de los bancos y eso significa que China necesita más importaciones", señaló.
Pekín lanzó un paquete de estímulo económico de 4 billones de yuanes (585.000 millones de dólares) en un plazo de dos años que se centra en el gasto en infraestructura, como caminos y vías de ferrocarril, además de viviendas públicas y la reconstrucción de Sichuan, zona devastada por un sismo.
Los bancos estatales chinos han complementado esta iniciativa con un salto récord del crédito, que creció 7,37 billones de yuanes en los seis primeros meses, casi 25 por ciento del producto interno bruto anual.
Igualmente, el primer ministro Wen Jiabao optó por un tono cauto el viernes, advirtiendo que una mejora en la economía no significaba que China hubiera superado sus dificultades.