Actualizado 10/04/2016 23:46

El fujimorismo podría volver a la presidencia de Perú 16 años después

Supporters of former Peruvian President Fujimori hold pictures of him and his da
PILAR OLIVARES / REUTERS

   LIMA, 9 Abr. (Notimex/Notimérica) -

   Han pasado 16 años desde que el pionero del fujimorismo, Alberto Fujimori, que gobernó desde 1990 al año 2000, renunciase a la presidencia de Perú. Ahora, esta vertiente política ha vuelto a irrumpir con fuerza en el escenario de los últimos años y está cerca de convertir a la hija del expresidente, Keiko Fujimori, en la jefa del Estado.

   La hija predilecta de Fujimori ha aparecido como favorita en las encuestas presidenciales en los últimos meses. Al frente del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori podría convertirse en la presidenta del país andino, aunque no goza de los votos suficientes para ganar en una primera vuelta.

   Este domingo Perú ha celebrado sus comicios presidenciales, así como los diputados al Congreso de la República y la de los representantes en el Parlamento Andino.

   Muchas calles y plazas de Lima se encuentran plagadas de propaganda política tanto de los candidatos presidenciales como de los postulantes al resto de elecciones. Pero un candidato se lleva la palma de la propaganda política, pues el partido de Fujimori está presente en todos los rincones del país.

   La letra "K", de Keiko, domina en los carteles y en las pancartas gigantes de los candidatos del fujimorismo, una corriente política que con el paso de los años se ha afianzado entre los peruanos, pese a la polémica forma en que su líder renunciase a su cargo en el año 2000.

   En ese día, Fujimori vivía un difícil momento político, fruto de las elecciones presidenciales de ese año y de las acusaciones de fraude electoral, alentadas porque el gobernante se postuló a la reelección sin renunciar a su alta investidura.

   En septiembre del año 2000 salieron a la luz los famosos "vladivideos", unas grabaciones realizadas por la mano derecha de Fujimori, Vladimiro Montesinos, donde quedaba en evidencia el pago de sobornos a los partidos políticos para apoyar al gobierno.

   Tras la destitución de Montesinos y la muestra del deseo de convocar "en el mediano plazo" nuevas elecciones generales --en las que no participaría--, el líder peruano viajó el 13 de noviembre de 2000 a la Cumbre del APEC en Brunei, desde la cual se desplazó a Tokio debido a la posibilidad de ser acusado de corrupción.

   Desde la capital japonesa el mandatario envió el 19 de noviembre de ese mismo año un fax al Congreso con su dimisión formal a la Presidencia para, según explicó a sus partidarios, "abrir paso a una etapa de definitiva distensión política que permita una transición ordenada".

   El Legislativo rechazó la renuncia de Fujimori, pues ya estaba en conocimiento de los hechos de corrupción del Ejecutivo, declarando vacante la Presidencia de la República por "incapacidad moral permanente" del mandatario, inhabilitado para la función pública durante diez años.

   Amparado en su doble nacionalidad peruano-japonesa, el exgobernante vivió en Japón hasta noviembre de 2005, cuando sorpresivamente llegó en un avión privado a Santiago de Chile, donde fue detenido y se inició un proceso de extradición a petición de la justicia peruana.

    Finalmente, Fujimori fue enviado a Lima en septiembre de 2007, y en abril de 2009 fue condenado a 25 años de cárcel por las masacres de Barrios Altos (ocurrida en 1991 y que se saldó con la muerte de 15 personas erróneamente vinculadas al grupo terrorista Sendero Luminoso por miembros de las Fuerzas Armadas del Perú) y La Cantuta (ocurrida en 1992 donde un profesor de universidad y nueve estudiantes fueron secuestrados y desaparecidos por el Ejército Peruano).

   En julio de 2009 fue condenado a siete años y seis meses de prisión más por peculado doloso, apropiación de fondos públicos y falsedad ideológica en agravio del Estado.

   Los detractores de Fujimori también evocan el "autogolpe" de abril de 1992, cuando el entonces presidente disolvió el Congreso e intervino el Poder Judicial con apoyo de las Fuerzas Armadas.

   Según el organismo no gubernamental Transparencia Internacional, se estima que Fujimori habría acumulado una fortuna de 600 millones de dólares durante su administración.

   Pese a estos hechos que involucran a su máximo líder, el fujimorismo, ahora impulsado por los hijos del exmandatario Keiko y Kenji, aparece como favorito para ganar los comicios presidenciales y legislativos del domingo.

   Los partidarios de Keiko Fujimori defienden el gobierno de su padre con el argumento de que impulsó una lucha frontal contra los grupos insurgentes Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).

   En 1992, el por entonces presidente Fujimori obtuvo uno de los éxitos más ambicioso de su carrera política: la captura del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, que al frente del grupo terrorista de ideología maoísta que surgió en la década de 1980, llevó a cabo una guerrilla contra campesinos, dirigentes sindicales, autoridades elegidas popularmente, bienes privados e infraestructura nacional así como contra la población civil más pobre.

   Por otro lado, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) tuvo su fin en diciembre de 1996, cuando un grupo armado del MRTA tomó la residencia del embajador japonés en Lima y capturó a 600 rehenes. El hecho tuvo como desenlace el asalto de la embajada por fuerzas especiales del Ejército peruano.