BUENOS AIRES (Reuters/EP) - El número de consultas médicas diarias por la gripe H1N1 está cayendo lentamente en Argentina, coincidieron el jueves dos funcionarios de bandos políticos opuestos, en medio de la alarma causada por la enfermedad que ha dejado unos 70 muertos en el país.
El gobernador oficialista de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, y el alcalde opositor de la capital argentina, Mauricio Macri, dijeron por separado en que hay señales de que la epidemia se está mitigando, luego de una veloz expansión de la enfermedad que cambió los hábitos de la población y afectó el comercio doméstico.
"En todos los lugares dicen que están bajando las consultas", dijo Scioli al reunirse con directores de hospitales bonaerenses, mientras que Macri afirmó a la prensa que "hoy (jueves) estamos mejor que una semana atrás".
Algunos especialistas dicen que se podría entrar en una etapa de estabilidad por las medidas de prevención que está tomando la población, como una mayor higiene y el aislamiento ante síntomas gripales.
La gripe llegó a finales de abril a Argentina y desde entonces se han reportado cerca de 100.000 casos -aunque no están confirmados-, lo que llevó a la suspensión de las clases, de la actividad judicial, de eventos recreativos como el teatro y a asueto administrativo.
El turismo es una de las industrias más afectadas, no sólo por el movimiento doméstico sino por las cancelaciones desde el exterior, reconocieron fuentes del sector.
Durante una conferencia ante médicos y empleados de la salud en una jornada de perfeccionamiento profesional, el neumonólogo mexicano José Luis Sandoval aseguró que Argentina está mejor preparada que su país frente a la influenza.
Argentina está tercera en la lista por cantidad de muertos a raíz de la gripe A H1N1, detrás de México y Estados Unidos.
El virus cambió las costumbres de los argentinos, que tras la propagación de la influenza se lanzaron a las farmacias en busca de alcohol y mascarillas, agotados rápidamente.
Algunos expertos recomendaron incluso no compartir el mate, la clásica infusión local que los grupos de amigos suelen sorber de la misma bombilla, lo que aumenta los riesgos de contagio de la gripe.
El Gobierno instruyó a las Fuerzas Armadas a que aporten personal para contener la epidemia y decretó un asueto para la administración pública para el viernes, que junto al feriado nacional de este jueves permite un fin de semana largo para miles de empleados.
Las autoridades invitaron al sector privado a sumarse al asueto del viernes, y muchas empresas ya otorgaron licencia a su personal para ausentarse hasta el lunes. Los mercados financieros también permanecerán cerrados.