Actualizado 29/06/2009 00:34

Gobierno Argentina ante decisivo comicio legislativo

Por Walter Bianchi y Karina Grazina

BUENOS AIRES (Reuters/EP) - Los argentinos votaron en calma el domingo, en unas elecciones legislativas que definirán si la presidenta Cristina Fernández mantiene su mayoría en el Congreso, para lo que será vital un triunfo de su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, en el mayor distrito del país.

Los comicios, que cerrarán a las 1800 hora local (2100 GMT), servirán para renovar la mitad de las bancas de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado, y también darán un indicio firme sobre los políticos con más posibilidades de suceder a Fernández en el 2011.

La capital argentina y su extendida y poblada periferia exhibían sus calles semidesiertas en un día frío y nublado, donde pocas personas esperaron turno para votar en los centros de sufragio, aumentando los temores a un elevado ausentismo en un país en el que el voto es obligatorio.

Casi 28 millones de personas en las 24 provincias de Argentina estaban habilitadas para votar en el comicio.

El frío y temores al contagio de la gripe A H1N1 provocaron que en muchos centros de votación se extremaran medidas de prevención, por lo que autoridades electorales ejercieron sus funciones con mascarillas y guantes de látex, y votantes limpiaban sus manos con alcohol tras emitir su voto.

Argentina podría declarar la emergencia sanitaria la semana próxima, en momentos en que los muertos por el nuevo virus ascienden a 26 en todo el país.

Autoridades electorales argentinas dijeron que esperan un largo y demorado conteo de votos para anunciar la nueva configuración que tendrá el Poder Legislativo, cuyos nuevos integrantes asumirán en diciembre.

Los primeros resultados de los comicios se conocerán a partir de las 21.00 hora local (00.00 hora GMT), tres horas después de concluida la votación en los distritos más importantes del país, según las autoridades.

En la provincia de Buenos Aires, donde vive casi el 40 por ciento de la población de Argentina, Kirchner es el principal candidato del peronismo oficialista en la lista de postulantes a diputados, y según sondeos previos pelea el primer puesto en la intención de voto con el empresario Francisco De Narváez, de una facción peronista disidente.

"Somos absolutamente optimistas" sobre el resultado, dijo Kirchner tras votar.

Uno de sus seguidores, la ama de casa Sandra Leguizamón, dijo a Reuters que "a veces uno no quiere el cambio y uno tiene miedo de alguien nuevo porque todos te prometen lo mismo y no confías 100 por ciento ... mejor el malo conocido."

Si el oficialismo pierde el control del Congreso, Fernández deberá enfrentar un panorama difícil en los dos años y medio de gestión que le restan, en los que se vería en dificultades para imponer su agenda.

Tras votar en la sureña provincia de Santa Cruz, Fernández destacó el gran valor de la democracia vigente en Argentina en los últimos 25 años, y manifestó también su preocupación por el golpe de Estado perpetrado el domingo en Honduras.

GOBIERNO DEBILITADO

Kirchner gobernó Argentina entre el 2003 y el 2007, período en el que el país vivió un fuerte crecimiento económico. El ex mandatario terminó su gestión con un fuerte apoyo popular, que se redujo desde que su esposa asumió el Gobierno.

Poco después de llegar a la presidencia, en diciembre de 2007, Fernández debió enfrentar conflictos locales y luego la crisis internacional a fines del año pasado, que derrumbaron su imagen positiva. Su esposo es percibido como el poder real en el Gobierno.

Kirchner planteó desde un comienzo la votación como un plebiscito de la gestión de Fernández y advirtió que si no gana en estas elecciones, el país podría hundirse en una crisis profunda.

Cecilia Bisso, de 28 y empleada de una notaría, dijo que votó por De Narváez "simplemente porque estoy cansada de los Kirchner"

La mayoría de los sondeos adjudica a Kirchner una estrecha ventaja sobre De Narváez.

Mario, un operario de la periferia de Buenos Aires que no quiso dar su apellido, dijo que votaría al ex presidente. "Con Kirchner ahora por lo menos tenemos trabajo", aseguró.

(Con reportes adicionales de Fiona Ortiz, Jorge Otaola, Helen Popper, Guido Nejamkis y Lucas Bergman, Editado por Luis Azuaje)