MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Guinea-Bissau encabezado por Aristides Gomes, ha denunciado el uso del Ejército para impedir el "funcionamiento normal" de las instituciones y ha pedido a los funcionarios que se queden en sus viviendas hasta que se restaure la "normalidad".
En su comunicado, el Ejecutivo, uno de los dos existentes en estos momentos en el país tras la autoproclamación la semana pasada de Umaro Cissoko Embaló como presidente del país, ha denunciado las "sucesivas invasiones por parte de militares" de las instituciones del país.
Así, ha indicado que estas acciones de las Fuerzas Armadas "colocan al país en una situación de parálisis que no ofrece las condiciones para la vuelta al funcionamiento laboral de la Administración", dado que los funcionarios "no pueden volver a sus puestos de trabajo".
Por ello, el primer ministro, Aristides Gomes, ha pedido a los funcionarios "que se queden en casa hasta la normalización de la situación", al tiempo que ha prometido actuar para "asegurar una vuelta a la normalidad del funcionamiento de las instituciones".
El Ejecutivo está inmerso en una grave disputa con el presidente saliente, José Mario Vaz, que se retrotrae al periodo previo a las elecciones, cuando cesó a Gomes y nombró a un sucesor rechazado por el Gobierno y la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), si bien finalmente dio marcha atrás antes de las elecciones.
Cissoko Embaló juró el cargo de presidente el 27 de febrero, un acto en el que estuvo presente Vaz y ha nombrado también a su primer ministro y su Gobierno, que ya ha tomado posesión. Entretanto, el presidente del Parlamento, Cipriano Cassamá, juró como mandatario un día después alegando que había una vacancia de poder.
Sin embargo, presentó su dimisión el domingo al considerar que su vida corre peligro, en medio de las denuncias contra Cissoko Embaló por parte del Gobierno y su rival en las presidenciales, Domingo Simoes Pereira, que recuerdan que el contencioso judicial por los resultados de las elecciones aún no ha concluido.
En este contexto, los militares ocuparon diversos edificios públicos, incluidas las emisoras de radio y televisión estatal, después de que la comisión electoral confirmara la victoria de Cissoko Embaló la semana pasada, tras un nuevo recuento de último minuto.
En este contexto, la CEDEAO expresó lunes su "gran inquietud" por la "injerencia" del Ejército de Guinea-Bissau en la crisis interna en el país. El organismo alertó además del "riesgo de conflicto interno grave vinculado a la degradación prolongada de la situación política", motivo por el que pidió "el fin, cuanto antes, de las acciones adoptadas, sinónimo de anarquía".
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha hecho un llamamiento a esperar a que se conozcan los resultados definitivos de las presidenciales y ha mostrado su "preocupación" por la crisis institucional.
LA CRISIS ELECTORAL
Cissoko Embaló tomó posesión después de que la comisión electoral reafirmara su victoria tras un nuevo recuento de última hora ordenado el 25 de febrero por el Tribunal Supremo a petición de Simoes Pereira.
La Comisión Electoral Nacional (CNE) anunció que el proceso de verificación de los resultados da a Cissoko Embaló el 53,55 por ciento de los votos, por el 46,45 por ciento recabado por Simoes Pereira, candidato del gubernamental Partido Africano por la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGCV).
La victoria de Cissoko Embaló llegó tras su derrota en la primera vuelta, en las que se impuso Simoes Pereira con cerca del 40 por ciento de los apoyos. Sin embargo, tanto Vaz como otros candidatos eliminados en primera vuelta expresaron su apoyo a Cissoko Embaló, quien durante la campaña se describió como un candidato de unidad.
La segunda vuelta tuvo lugar tras una nueva crisis política en el país africano y debía desembocar en la primera transición pacífica de poder, dado que Vaz se convertiría en el primer presidente desde la independencia en 1974 en completar su mandato tras ser elegido democráticamente.
El mandatario se impuso en las elecciones de 2014 como candidato del PAIGCV, que abandonó un año después en medio de una crisis con su entonces primer ministro, Simoes Pereira.
El estancamiento político provocó la mediación de la CEDEAO para lograr un acuerdo que estabilizara la situación antes de las elecciones, si bien semanas antes de la primera vuelta estalló una nueva crisis por el citado cese de Gomes.
Esta sucesión de crisis e inestabilidad --incluido el papel del Ejército, que ha estado detrás de una veintena de golpes de Estado desde la independencia, si bien en la última crisis no se posicionó-- ha tenido un impacto en la situación económica de la población, afectada además por la volatilidad de los precios del anacardo, principal fuente de ingresos para más de dos tercios de las familias del país.