Actualizado 28/09/2009 21:35

El Gobierno birmano dice que está llevando a cabo reformas pero que éstas no pueden ser dictadas desde fuera

NUEVA YORK, 28 Sep. (Reuters/EP) -

El primer ministro birmano, general Thein Sein, afirmó hoy que el régimen militar está llevando a cabo reformas pero dejó claro que éstas no pueden ser dictadas desde fuera del país. "La democracia no puede imponerse desde fuera, y sólo desde la sociedad de Birmania puede surgir un sistema adecuado para Birmania", aseguró Thein Sein ante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.

"Los ciudadanos de Birmania son los que mejor pueden determinar su futuro", defendió. "Pueden juzgar los méritos de la democracia y hacer ajustes de acuerdo con su ingenio", añadió. El primer ministro es hasta ahora el cargo más alto del régimen birmano que ha pronunciado un discurso en la Asamblea General, ya que el segundo al mando, Maung Aye, habló ante este organismo en 1995.

La Junta Militar birmana ha prometido celebrar elecciones multipartidistas el año que viene, aunque la condena de la líder de la oposición, Aung San Suu Kyi, a otros 18 meses de arresto domiciliario hace sospechar a la comunidad internacional que los comicios serán una farsa.

Thein Sein se reunirá hoy en Nueva York con el senador estadounidense Jim Webb, quien viajó a Birmania el mes pasado y consiguió la liberación del turista estadounidense John Yettaw, cuya visita al domicilio de Suu Kyi en Rangún fue el motivo su condena y de la de la líder opositora.

La Liga Nacional por la Democracia (LND), liderada por Suu Kyi, dijo este lunes que la premio Nobel de la Paz ha solicitado reunirse con diplomáticos de Estados Unidos, de la Unión Europea y de Australia para hablar de las sanciones que le han impuesto a su país.

Estados Unidos aprobó sanciones contra Birmania en 1988, cuando unas 3.000 personas murieron al reprimir el Ejército las manifestaciones a favor de la democracia. La Unión Europea hizo lo propio en 1996 y reforzó las sanciones en 2007, cuando el régimen reprimió duramente las protestas lideradas por monjes budistas. Australia, por su parte, mantiene restricciones en la emisión de visados y prohíbe la exportación de material de defensa.

Pero el primer ministro birmano denunció que estas sanciones son "injustas" y por ello "deben acabar". "La transición hacia la democracia se está produciendo", subrayó. "Estamos centrados no en el interés limitado de individuos, organizaciones o partidos, sino en el interés más amplio de todas las personas de la nación", añadió.

En este sentido, señaló que su Gobierno ha puesto en libertad a 7.114 presos, aunque la ONU ha dicho que sólo una pequeña parte eran presos políticos. Los gobiernos occidentales y Naciones Unidas han instado a la Junta Militar birmana a liberar a todos los presos políticos, incluida Suu Kyi, que ha estado privada de su libertad durante 14 de los últimos 20 años.