Actualizado 31/07/2009 07:48

Gobierno facto Honduras busca forjar nueva misión crisis

Por Gustavo Palencia y Gabriela Donoso

TEGUCIGALPA (Reuters/EP) - El Gobierno de facto de Honduras dijo el jueves que invitó a figuras importantes de varios países, entre ellos Colombia y Canadá, para conformar una misión que ayude a la solución de la crisis generada tras el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya.

En la misión destaca el ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Enrique Iglesias, anunció el Gobierno del presidente interino Roberto Micheletti, una jugada considerada por algunos como un intento de convencer a los hondureños de que se puede hallar una solución al conflicto.

"Esta comisión invitada la conformarían personalidades importantes y representantes de Panamá, Colombia, Canadá, El Salvador y Guatemala, entre ellos se destaca el señor Enrique Iglesias (...), quien ha considerado aceptar dicha invitación", dijo un comunicado entregado a periodistas.

La formación de una misión y la participación de Iglesias fue solicitada por Micheletti al mediador en la crisis, el presidente costarricense Oscar Arias.

En una conferencia de prensa, Micheletti reiteró que está dispuesto dejar el poder a un tercer líder que no sea Zelaya.

"Yo dije con toda claridad, y lo repito de nuevo, si hay una solución donde yo tenga que retirarme, lo hago con todo gusto, pero que tampoco Zelaya regrese como gobernante", dijo.

Pero el descontento en el país continuaba y una protesta de cientos de simpatizantes de Zelaya fue dispersada por fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos y balas, que causaron varios heridos, uno de ellos de gravedad, según un médico.

Unos 60 manifestantes fueron detenidos, dijo la policía, que informó de dos heridos por balas. Según investigaciones preliminares policiales, los proyectiles habrían provenido de los manifestantes y no de las fuerzas de seguridad.

Washington ha pedido que Zelaya regrese al poder para que cumpla su mandato hasta enero, al igual que casi toda la comunidad internacional, y el martes revocó las visas diplomáticas de cuatro miembros del Gobierno de Micheletti.

Pero no sólo el Gobierno de facto ha rechazado la vuelta de Zelaya, la Corte Suprema y el Congreso -que apoyaron el golpe- también se oponen firmemente a su regreso a la presidencia.

ZELAYA CONTRAATACA

Por su parte, desde Nicaragua, Zelaya dijo que en las próximas horas tramitará un juicio ante la Corte Penal Internacional contra varios líderes del golpe, entre ellos Micheletti y el jefe del Estado Mayor, Romeo Vásquez.

"Honduras es un país que está adscrito al Protocolo de Roma (...) para que ahí (en la Corte Penal Internacional) se hagan los juicios y se cumplan las condenas de quienes participen en actividades de genocidio y terrorismo", sostuvo.

Para el analista político hondureño Juan Ramón Martínez, Micheletti podría estar tratando de mostrar una imagen más flexible al mundo, mientras endurece su posición dentro de Honduras, donde también hubo grandes marchas contra Zelaya.

"Yo creo que aquí lo que están tratando es de alargar la negociación, que la negociación no se muera, pero tampoco avance", dijo Martínez, un ex candidato presidencial con fuertes conexiones con el Gobierno de Micheletti.

Pese a todo, Honduras programa celebrar elecciones presidenciales en noviembre aunque su validez está en duda.

Zelaya se instaló la semana pasada en la frontera de Nicaragua con Honduras tras dar por fracasada la mediación de Arias y reunió a algunos simpatizantes. Incluso cruzó unos pocos metros simbólicamente dentro de su país -donde tiene órdenes de arresto- para volver a retroceder a Nicaragua.

Pero el jueves fue a la capital nicaragüense Managua, donde se reunió con el embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, para discutir la situación.

En Honduras, el Congreso inició un periodo de consultas con grupos políticos y distintos actores del país para analizar una amnistía a Zelaya, incluida en la propuesta de Arias.

La amnistía busca el perdón al mandatario depuesto por su supuesta violación a la Constitución al intentar realizar una referendo para allanar el camino a la reelección, argumento que fue utilizado por sus opositores para orquestar el golpe.

Honduras, que fue suspendida de la OEA tras el golpe, sufrió la cancelación de la ayuda del BID y el Banco Mundial -calculada en 200 millones de dólares para el 2009- y Washington canceló ayuda militar por 16.5 millones de dólares.

"Este país puede sobrevivir en las hipótesis más dramáticas; yo he oído que va a venir fuego sobre Honduras, va a haber sanciones mayores (...), pero lo cierto es que hay reserva estratégica de granos básicos, toda la gente va a comer menos, vamos a adelgazar", dijo a Reuters el canciller interino, Carlos López.

Aliado del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, Zelaya se enfrentó con el tribunal y el Congreso al tratar de celebrar un referendo para cambiar la Constitución. Sus críticos dicen que buscaba extender su mandato, una acusación que él niega.