MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Líbano ha anunciado este martes un acuerdo con el Banco Central para subsidiar cerca de 300 productos básicos, después de una reunión para abordar la profunda crisis económica en la que se encuentra sumido el país y las condiciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la puesta en marcha de un plan de rescate.
"Estos productos estarán totalmente subsidiados", ha dicho el ministro de Economía, Raul Nehme, en una comparecencia junto al gobernador del Banco Central, Riad Salamé, según ha informado el portal libanés de noticias Naharnet.
La lista de estos productos, que no ha sido publicada por ahora, contempla que sean subsidiados a una tasa de cambio de 3.900 libras libanesas, si bien Nehme ha destacado que las autoridades "supervisarán los precios" e impondrán "multas" a los que se salten estas medidas.
Así, ha defendido que el objetivo de esta medida es "garantizar que la mayoría de los bienes de primera necesidad están accesibles a la población a bajo precio", mientras que Salamé ha destacado que la tasa de 1.500 libras libanesas seguirá en pie para la importación de medicamentos, trigo, combustible y otros bienes esenciales.
El encuentro del Gabinete, encabezado por el presidente libanés, Michel Aoun, tenía entre los puntos del día el nombramiento del nuevo consejo de administración de la empresa estatal de electricidad (EDL), uno de los requisitos impuestos por el organismo internacional para la entrega de ayuda.
Los ministros han logrado un acuerdo en torno a los seis elegidos entre una lista de 18 candidatos, representantes de los seis principales grupos religiosos del país, según ha informado el portal libanés de noticias Naharnet.
Asimismo, otro de los principales puntos era discutir la dimisión presentada por el director general del Ministerio de Finanzas, Alain Bifani, quien es además el jefe de la delegación gubernamental en las conversaciones con el FMI.
En este sentido, la ministra de Información, Manal Abdul Samad, ha señalado que el Ejecutivo ha decidido aplazar su decisión sobre la aceptación de la dimisión de Bifani "para evitar cualquier vacío que pueda afectar a las negociaciones con el FMI".
Por otra parte, el Gabinete ha discutido las medidas que han de adoptarse para hacer frente al desequilibrio entre la demanda y las existencias en el suministro de productos del petróleo en el mercado interno, así como una auditoría de las cuentas del Banco Central.
"UN RAYO DE LUZ"
Aoun ha defendido durante la reunión la necesidad de realizar una auditoría en las cuentas del Banco Central, algo que ha descrito como "un elemento esencial para estudiar la situación financiera y monetaria" en la institución. "Tiene una gran importancia en las negociaciones con el FMI", ha resaltado.
Por su parte, el primer ministro, Hasán Diab, ha hecho hincapié en que ve "un creciente rayo de luz" y ha adelantado que "en unas semanas los libaneses notarán los resultados de los esfuerzos llevados a cabo durante el último periodo".
"Nuestra apuesta es sobre la firme voluntad de los libaneses, los éxitos del plan gubernamental y el apoyo y ayuda de los hermanos árabes que se han negado a abandonar a Líbano", ha manifestado, al tiempo que ha agregado que el plan para entregar subsidios a productos básicos es "el pilar para hacer frente a la crisis del aumento de los precios".
"Los resultados deben ser rápidos y el análisis debe ser preciso y continuo para evitar su fracaso y evitar que los mercaderes distorsionen su objetivo", ha sostenido Diab, quien ha agregado que "pese al humo negro que algunos insisten en propagar en el país para bloquear carreteras, contaminar todo, envenenar los pulmones de la gente e intentar envenenar sus ideas, hay esperanza de superar esta grave crisis".
NUEVAS PROTESTAS
La reunión se ha celebrado en el marco de una nueva jornada de protestas en la que decenas de manifestantes han bloqueado diversas carreteras en el país para protestar contra el deterioro de la calidad de vida, el desplome de la libra libanesa y la falta de empleo, tal y como ha recogido la agencia estatal libanesa de noticias, NNA.
La grave crisis económica en la que se encuentra sumido el país, la peor desde la guerra civil (1975-1990) ha provocado numerosas protestas, algunas de las cuales han derivado en disturbios, lo que ha llevado a Aoun a alertar de la "atmósfera de guerra civil" existente en el país.
La situación se ha visto recrudecida por la pandemia de coronavirus, que ha provocado una suspensión de las actividades económicas que ha tenido un grave impacto sobre la población.
El primer ministro de Líbano, Hasán Diab, hizo recientemente un llamamiento a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) para crear un fondo de emergencias para ayudar a que Oriente Próximo no sufra una grave crisis alimentaria, un extremo que reconoció como una posibilidad.