Actualizado 04/02/2015 19:09

Graça Foster y Petrobras, crónica de una salida anunciada

Presidenta de Petrobras, Graça Foster  y la presidenta Dilma Rousseff
Foto: REUTERS

RÍO DE JANEIRO, 4 Feb. (Notimérica) -  

   La presidenta Dilma Rousseff se decidió finalmente este martes a forzar la salida de la presidenta de Petrobras, Graça Foster, pero ha sido una decisión difícil -y tardía, según muchos analistas- dada la compleja situación de la compañía, rodeada de escándalos de corrupción, y a los vínculos personales que unen a las dos presidentas.

   Foster había pedido salir de Petrobras en varias ocasiones, pero Rousseff ha tardado en hacer caso a sus peticiones.

   La publicación del informe de resultados del tercer trimestre de 2014 -atrasada, sin el visto bueno de los auditores y sin cuantificar las pérdidas por corrupción- sería lo que habría colmado la paciencia de Rousseff, que según la prensa local estaba "furiosa".

   La aún hoy presidenta de la mayor empresa de América Latina por el momento no está implicada en la trama de corrupción de la Operación Lava Jato, aunque sí ha sido salpicada.

   La ex gerente Venina Velosa da Fonseca la acusó hace poco de estar al tanto de todas las irregularidades que ocurrían en la estatal y de no hacer nada para frenarlo.

   Según su versión, en 2008, cuando Foster era directora de Gas y Energía, la avisó de que se pagaron en el área de comunicación casi 22 millones de dólares por servicios que nunca se efectuaron, y un año después le envió otro correo alertando de que las obras de la refinería Abreu e Lima, en Pernambuco, se estaban encareciendo notablemente.

   Estaban presupuestadas en 1.500 millones de dólares y de momento ya han costado 6.700.

   La compañía reaccionó blindando a Foster, asegurando en diversos comunicados que todos los avisos de irregularidades fueron investigados y remitidos a las "autoridades competentes", aunque la sombra de la duda no ha dejado de planear sobre toda la cúpula directiva de Petrobras desde que estalló el escándalo.

   A pesar de la presión cada vez mayor para forzar su salida Rousseff la mantenía en el cargo en una suerte de estrategia parachoques, para evitar que el Gobierno asumiera aún más desgaste, según muchos analistas.

   Además, las dos eran amigas personales desde hace más de una década y la presidenta brasileña la consideraba una de sus personas de confianza.

UNA CARRERA LIGADA A DILMA

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   Ambas se conocieron en 1999, cuando Rousseff ocupaba la Secretaría de Energía del Estado de Río Grande do Sul y Foster era una de las gerentes de Petrobras responsables de la implantación del gaseoducto entre Bolivia y Brasil.

   Desde entonces sus carreras han ido progresando en paralelo; una el seno de la estatal, la otra escalando en el Gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).

   Cuando de la mano del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva Rousseff se convirtió en Ministra de Minas y Energía en 2003 nombró a Foster Secretaria de Petróleo y Gas.

   Pero dos años después Foster dejó el Gobierno y regresó a Petrobras, la casa en la que trabajaba desde los 24 años -entró en 1977- y que aún le tenía reservados los más altos escalafones.

   En 2007 pasó a ser la primera mujer en asumir una dirección en Petrobras, la de Gas y Energía, desde donde presenció uno de los momentos más cruciales en la trayectoria de la compañía: el descubrimiento de los valiosos yacimientos marinos de petróleo conocidos como 'pré-sal'.

   En 2012 volvería a hacer historia al llegar a lo más alto como presidenta.

DIFÍCIL SUSTITUCIÓN

   Tras un último año de gestión convulsa -en marzo se cumplirá un año desde el inicio de la Operación Lava Jato-  Rousseff y su equipo tienen ahora entre manos la difícil tarea de encontrarle un sustituto.

   Según la prensa local entre los favoritos están el ex presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, una propuesta del ex presidente Lula que no acabaría de convencer a Rousseff.

   Otras opciones son el ex presidente de OGX, Rodolfo Landim, ex directivo de Petrobras y buen conocedor del sector, el ex presidente de Vale Roger Agnelli, y el presidente del Grupo Caoa y ex trabajador de Petrobras, Antonio Maciel Neto.

   También se barajan nombres del actual equipo económico gubernamental, como el presidente del Banco Nacional del Desarrollo (BNDES), Luciano Coutinho o el actual presidente del Banco Central, Alexandre Tombini.

   La previsión es que la nueva cúpula directiva se dé a conocer este viernes.