Actualizado 13/01/2012 23:08

Guatemala.- Pérez Molina asumirá mañana la presidencia de Guatemala con el reto de acabar con el crimen organizado


CIUDAD DE GUATEMALA, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -

El presidente electo de Guatemala, el militar retirado Otto Pérez Molina, será investido mañana sábado en una ceremonia que devolverá a los militares a la jefatura del Estado de un país que ha visto como la violencia ha ido en aumento en los últimos años.

Pérez Molina consiguió la victoria en segunda vuelta celebrada el 6 noviembre bajo las promesas de "mano dura" contra la delincuencia, después de que el país registra el año pasado 48 asesinatos por cada 100.000 habitantes uno de los más altos del continente.

El general retirado, con el apoyo del conservador Partido Patriota (PP), consiguió una amplia victoria a pesar de que encabezó un comando del Ejército a principios de la década de los ochenta en la región de El Quiché, donde se habrían cometido crímenes de lesa humanidad. Pérez Molina también dirigió la unidad de Inteligencia del Ejército durante las matanzas de indígenas atribuidas a militares.

La Comisión de la Verdad, establecida tras el fin de las dictaduras, descubrió que durante la guerra civil (1980-1992), en la que murieron 250.000 personas, el 85 por ciento de las violaciones de los Derechos Humanos fueron cometidas por militares.

El pasado 2 de agosto, una corte sentenció a cuatro soldados a 6.060 años de prisión cada uno, en la primera condena por una masacre de 200 personas ocurrida en 1982 en el norteño pueblo Las Dos Erres.

Durante la campaña, el exmilitar destacó que con su victoria no se volvería al pasado. "Tengo vocación democrática. Lo que vamos a ver más adelante no es la militarización de las fuerzas de seguridad: vamos a ver la profesionalización de las fuerzas de seguridad y la colaboración del Ejército para ayudar en seguridad", comentó en un acto electoral.

INSEGURIDAD

Pérez Molina ha destacado en varias ocasiones que su prioridad será la seguridad del país, después de que los cárteles mexicanos se hayan extendido por territorio guatemalteco para transportar la droga desde países de Sudamérica.

El cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín Guzmán Loera, 'el Chapo Guzmán', uno de los narcotraficantes más buscados del mundo, y Los Zetas, uno de los grupos mexicanos más sanguinarios, podrían haberse hecho con el control de algunas zonas del norte del país, como Petén y Alta Verapaz, según denuncias de organizaciones civiles y humanitarias. Las autoridades guatemaltecas señalan que el 60 por ciento de los homicidios del país se deben al crimen organizado.

El presidente electo pretende crear cinco fuerzas de seguridad para luchar contra la violencia. La primera se decidirá a la investigación de extorsiones, la segunda, contra el robo de vehículos, otra contra los secuestros, la cuarta para el narcotráfico y la quinta, contra el crimen organizado. Pérez Molina pretende reducir a la mitad la tasa de asesinatos.

"Vamos a utilizar las unidades de élite del Ejército para que estén presentes y nos ayuden a los guatemaltecos a alcanzar la seguridad que nos merecemos, haciendo una lucha frontal contra los cárteles del narcotráfico", comentó.

La investidura de Pérez Molina viene precedida del asesinato el viernes del diputado electo Óscar Valentín Leal Caal y su hermano Erick a manos de un grupo de hombres armados. El legislador, reelegido en septiembre, había manifestado su intención de pasar al bloque del Partido Patriótico tras haber sido elegido como candidato del partido Libertad Democrática Renovada (LIDER).

POBREZA Y CORRUPCIÓN

Aunque Pérez Molina impulsó su campaña defendiendo una lucha directa contra la violencia, también se comprometió a reducir la pobreza en el país. Según Naciones unidas, el 53 por ciento de los catorce millones de guatemaltecos viven en la pobreza y el 49 por ciento de los niños menores de cinco años sufren malnutrición crónica.

Además, el presidente electo aseguró que luchará directamente contra la corrupción con penas de cárcel para funcionarios y que pedirá a las empresas que denuncien si los responsables del gobierno les pide dinero para poder realizar proyectos.

"Aquí la justicia no la ejerce el presidente. Hay un Ministerio Público y hay un organismo judicial. El presidente no tiene nada que ver con la justicia (...) No es que puedo dejar o puedo quitar", aseguró Pérez Molina a Reuters antes de las elecciones.