CIUDAD DE GUATEMALA, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, ha negado este sábado que hubiera interferencia alguna en el proceso judicial contra el exdictador guatemalteco José Efraín Ríos Montt, que este viernes fue condenado a 80 años de prisión por los delitos de genocidio y crímenes contra la Humanidad.
"No hubo interferencia de poderes en sentencia", ha zanjado e presidente de Guatemala, que ha reiterado su respeto a la Justicia, a raíz de las denuncias de Ríos Montt, que adujo que el juicio había sido "ilegal" y un "show político internacional".
No obstante, Pérez Molina ha recalcado que el proceso contra el exdictador guatemalteco "fue acelerado" y ha aseverado que no hubo ningún genocidio en el país. El presidente incluso ha llegado a insinuar que la sentencia contra Ríos Montt podría afectar a las inversiones extranjeras, según ha informado el diario guatemalteco 'Prensa Libre'.
Aún así, Pérez Molina ha celebrado los "cambios importantes", registrados en Guatemala en los últimos 15 años, ya que pensar en un proceso judicial de ese tipo por entonces "era imposible".
Ríos Montt confirmó este viernes que apelará la sentencia y exigirá la anulación del proceso judicial, una vez el Tribunal de Mayor Riesgo le condenara a 80 años de prisión inconmutables por la muerte de 1.771 indígenas ixiles a manos del Ejército entre 1982 y 1983.
Ríos Montt ingresó ayer en el centro penitenciario de la base militar San Rafael de Matamoros, donde permanecen de forma preventiva las personas cuya integridad pueda estar en peligro en una cárcel ordinaria, al igual que el presidente guatemalteco Alfonso Portillo entre 2000 y 2004, absuelto en un proceso por corrupción pero que espera en dicha cárcel su extradición a Estados Unidos.