MÉXICO DF, 1 Ago. (Notimérica) -
El gobernador del estado mexicano de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez, ha comparado la escala de violencia y producción de drogas que se vive en su entidad federativa con la desarrollada en el país de Afganistán, al señalar que son los "productores número uno de goma de opio en el mundo".
Tras participar en la campaña 'Corazón Azul', de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el mandatario guerrerense ha indicado que el clima de violencia desatado en gran parte de su región se debe a una cadena criminal que incluye narcotráfico, secuestro, trata de personas, extorsión y las disputas entre grupos delictivos.
El gobernador ha explicado, en declaraciones recogidas por la revista 'Proceso', que la violencia en el país es consecuencia del tráfico de estupefacientes, donde Guerrero destaca por una producción de goma del opio que está al mismo nivel que Afganistán, a pesar de los esfuerzos estatales para terminar con las plantaciones de amapola.
"Somos, junto con Afganistán, el número uno en producción de goma de opio en el mundo, con la diferencia de que el primero es un país y nosotros un estado. Esto demuestra la dimensión de la delincuencia organizada que se disputa estos territorios", ha advertido Ortega Martínez.
No obstante, también ha recordado la destrucción de 52.000 plantaciones de amapola realizadas el semestre pasado y cómo las autoridades han combatido la presencia del narcotráfico mediante el Operativo Especial Tierra Caliente --vigente en 22 municipios del de Guerrero, ocho del Estado de México, dos de Michoacán y cuatro de Morelos-- que implica un incremento del número de efectivos de los tres cuerpos de seguridad del estado y que destina 12.000 al estado de Guerrero.
Preguntado por el fallecimiento del comandante de la Policía Ministerial, David Urquizo Molina, --asesinado en la mañana del jueves 30 de julio durante una emboscada en ciudad de Chilpancingo (capital de Guerrero)-- el mandatario ha destacado que por tal ataque han sido detenidos más de una decena de presuntos delincuentes, más los cuatro que fueron abatidos en el operativo.
David Urquizo Molina había sido previamente acusado de tortura y fabricación de pruebas en el caso por el asesinato de dos normalistas de la Escuela Rural de Ayotzinapa, durante un desalojo realizado por policías federales y estatales en diciembre de 2011. La semana pasada fue amenazado de muerte e informado de ello a través de varios mensajes escritos en cartulinas y colocados en distintos puntos públicos de Chilpancingo.