MADRID, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha expresado este miércoles su "profunda preocupación" por el incremento de los incidentes violentos en la región sudanesa de Darfur, que se han saldado con cerca de 70 muertos durante las dos últimas semanas.
El viceportavoz de Guterres, Farhan Haq, ha recordado que en los incidentes han sido incendiadas más de 1.500 viviendas, lo que ha dejado a miles de desplazados ante la "grave necesidad de recibir ayuda humanitaria", al tiempo que ha aplaudido los esfuerzos de las autoridades para responder a estos sucesos.
Así, Guterres ha reclamado la apertura de una investigación "para garantizar que hay rendición de cuentas" y ha recordado que "los ataques deliberados contra civiles violan el Derecho Humanitario", al tiempo que ha reiterado el apoyo de la ONU al Gobierno para garantizar la protección de la población.
El secretario general ha solicitado además a todos los grupos armados, y "en particular a los que no se han sumado a las conversaciones de paz en Yuba", que "resuelvan sus diferencias a través de un proceso político".
"Mientras Sudán continúa su proceso de transición democrático, existe el claro imperativo de poner fin al conflicto en Darfur con un acuerdo de paz definitivo e inclusivo", ha remachado Haq durante la rueda de prensa diaria de la Secretaría General de la ONU.
El Ejecutivo sudanés anunció el lunes la creación de una fuerza conjunta de seguridad que será desplegada próximamente en Darfur ante el repunte de los enfrentamientos, tras la muerte de otras 60 personas en un nuevo ataque durante el fin de semana.
La Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) indicó el domingo que cerca de 500 personas armadas irrumpieron el sábado en el pueblo de Masteri, cerca de la frontera con Chad y a menos de 50 kilómetros de la capital del estado, El Geneina, donde masacraron al menos a 60 personas.
El aumento de ataques y enfrentamientos en plena temporada agrícola está causando la pérdida de vidas y medios para subsistir, además de impulsar las necesidades humanitarias en la zona, alertó la oficina de la ONU, uno de los motivos citados por Hamdok para justificar el despliegue de seguridad.
El incremento de la inseguridad en Darfur provocó a mediados de julio el aplazamiento de la firma de un acuerdo de paz entre el Gobierno sudanés y una coalición de grupos rebeldes que operan en varias zonas del país.
El Gobierno de transición en Sudán ha hecho de la paz con los rebeldes que luchan contra Jartum una de sus principales prioridades, ya que supone una de las condiciones clave para que Estados Unidos saque al país de la lista de patrocinadores del terrorismo.