PUERTO PRINCIPE, 11 Feb. (EP/AP) -
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), ante la ola incesante de secuestros y asesinatos en Haití, han lanzado una nueva y enérgica ofensiva contra las pandillas más poderosas del país, que reaparecieron tras el derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide en 2004.
En este sentido, el portavoz de la misión de la ONU, David Wimhurst, informó de que se trata de "una nueva experiencia en las labores de paz de la ONU". "No ha sido fácil, pero estamos logrando progresos", añadió.
Las incursiones de la ONU en el país caribeño cuentan con el beneplácito del actual presidente, René Preval, quien el año pasado se enfrentó a las pandillas y las advirtió de que depusieran las armas "o morirían".
La mayoría de las fuerzas de paz de la ONU se desplegarán después de que cesen los tiroteos, pero la misión en Haití se ve envuelta en combates casi a diario. Enviado hace más de dos años, el contingente de 9.000 efectivos se encuentra actualmente cada vez más cerca de Ciudad del Sol, donde han establecido bases y puntos de revisión.
El Gobierno haitiano dio la bienvenida al contingente y, por su parte, los gobiernos con capacidad de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU se mostraron unidos para luchar contra las cerca de dos décadas de revuelta política en el país caribeño.
El operativo se ha visto involucrado en el asesinato o captura de varios presuntos combatientes, ante lo que los sectores críticos advierten de que también se ha cobrado las vidas de inocentes en Ciudad del Sol, donde cerca de 300.000 personas subsisten en condiciones difíciles.